Y para disfrutar más de las posibilidades de este balneario, en la bellísima villa de El Burgo de Osma, no hay nada mejor que hacer un poco de desgaste físico, conociendo el Parque Natural del Cañón del Río Lobos.
Para llegar a este parque natural solo hay que tomar la carretera SO-920, a unos metros del propio Hotel Termal El Burgo de Osma. Son 15 kilómetros, que se hacen en un cuarto de hora. La entrada al Cañón está pasada la localidad de Ucero, junto al nacimiento del río que lleva el mismo nombre a la izquierda. Está bien señalizado.
Antes de llegar al acceso del parque natural, a la derecha verá el centro de interpretación, que merece la pena visitar, para conocer mejor lo que va a encontrar.
Una vez en el parque (creado en 1985), se puede seguir con el coche hasta el último parking. Luego, el sendero para llegar andando hasta la ermita de San Bartolomé no tiene pérdida (son unos tres kilómetros, un recorrido que puede hacerse con niños y carritos).
El entorno de la ermita templaria es el punto más espectacular del cañón, un paisaje kárstico que tiene como eje los farallones rocosos que ha horadado el pequeño río Lobos, que conforma uno de los paisajes más bellos de España, en casi 10.000 hectáreas.
Se cree que la ermita es heredera del antiguo convento templario de San Juan de Otero (1477), y se considera uno de los puntos de España con más energía esotérica y mágica. Lo cierto es que el lugar tiene una espiritualidad que se percibe enseguida. Se puede volver desde este punto, o adentrarse un poco más en el Cañón, que continúa hasta el Puente de los Siete Ojos, en San Leonardo.