La Trashumancia ha dejado aldeas sorprendentes, por el señorío de sus caseríos, en unas Tierras Altas duras con paisajes hermosos, en las que la ganadería dejó riqueza y poder.
Los Villares está a sólo 18 kilómetros de la capital soriana, después de pasar Garray y Buitrago, en la SO-615. Enseguida un desvío te acerca a Los Villares. Sorprende la cocina del restaurante de este establecimiento rural, que mima de una manera especial al cliente, para que pueda disfrutar de toda la riqueza paisajística y cultural de la zona, facilitando las visitas, accesos y toda la información necesaria. Por posibilidades y alternativas para pasar un fin de semana en Tierras Altas no será: trashumancia, castros celtíberos, huellas de dinosaurios...
La localidad de Castilfrío de la Sierra está a 14 minutos y 11,4 kilómetros de Los Villares. Le llamará la atención su caserío serrano, que evidencia muy bien la importancia y la fuerza de la trashumancia que hubo en estas tierras. Muy cerca hay un castro celtíbero, en un entorno natural relajante, con los horizontes de la sierra Alba. También hay un museo de los Pelendones, una de las tribus celtíberas sorianas.
El poder económico que dejó la trashumancia y la ganadería se ve también en los cercanos pueblos de Aldealseñor (con su palacio), a 9 minutos y 5,7 kilómetros de Los Villares; y Narros (Casa de la Media Naranja), a 8 minutos y 6 kilómetros. Sorprenderá unas casonas tan espectaculares en una tierra aparentemente tan modesta.
En el monte de Castilfrío se encuentran unos acebales interesantes (aunque también está próximo el conocido acebal de Garagüeta, posiblemente el más extenso de España). También, en Castilfrío el escritor Fernando Sánchez Dragó tiene su casa, donde escribe.