No es casualidad, por tanto, la elección del nombre 'Trashumante', si además se tiene en cuenta que el origen de este restaurante está en Oncala, un pequeño pueblo serrano y trashumante. Ante la exitosa acogida de su cocina, y después de cinco ilusionantes inviernos en la Sierra de Oncala, los hermanos Alfonso y Juan Romero trasladaron el negocio a la capital soriana, para acercar su renovada y personal cocina a más clientes.
De esta manera, en el Trashumante puede degustar una combinación sorprendente de la cocina castellana y tradicional como base, con la aplicación de las nuevas técnicas de la restauración. Por ejemplo, no faltan las migas. Pero si además se sirve con un crujiente de pasas, el plato adquiere una nueva dimensión.
Comer en el Trashumante es saborear una cocina de autor que redefine los productos de Soria, como los las carnes, la micología o la trufa. El Trashumante cuida especialmente los productos frescos de temporada y de mercado. De hecho, uno de los menús es el llamado de mercado, con el que los hermanos Romero sorprenden cada semana.
Antes de disfrutar de la mesa, y para hacer apetito, Alfonso Romero aconseja a los clientes, especialmente a los visitantes, dar un paseo por las márgenes del río Duero, concretamente por el Paseo de San Prudencio. En ese recorrido hacia San Saturio, encontrará la huella de los lavaderos de lana que existieron ahí.