Esta confluencia con La Rioja, la tranquilidad y la confortabilidad del establecimiento, la calidad -empezando por la gastronómica-, la puesta en valor de los recursos naturales y culturales de la comarca, y la captación de turistas extranjeros, son las claves de una estrategia que ha triunfado en uno de los rincones más aislados de la provincia.
Un éxito que es consecuencia de mucho trabajo y una gran perseverancia y confianza en el proyecto.
Sin pensarlo, siquiera, el vallisoletano Esteban Gonzalo García y su pareja, con los estudios recién terminados de idiomas y de Historia del Arte, respectivamente, se embarcaron de la noche a la mañana en una aventura hostelera, consecuencia de un flechazo con el edificio (un antiguo cuartel que el Ayuntamiento cedía en adjudicación pública para explotarlo durante 40 años), y de Yanguas y su comarca. "Ni teníamos ninguna experiencia en hostelería, y ni conocíamos Soria, y por supuesto tampoco Yanguas, cuando nos lanzamos a presentar un proyecto, que luego fue el elegido", recuerda Esteban Gonzalo. El hotel se abrió en marzo de 2001. El nombre de Los Cerezos no es casual. El patio-jardín interior cuenta con dos enormes cerezos que son el símbolo del establecimiento.
El hotel rural también cuenta con restaurante, que ofrece una carta muy personal, basada en la calidad de los productos y de las materias primas, todas ellas de Soria y de la comarca, y en la sencillez de la cocina local, no por eso menos exquisita
Los guisos, la caza, las carnes de la provincia, la micología, el pato... Todo ello bien presentado, y en algunos casos con influencias riojanas,. La carta ofrece un 'exotismo'. Los sábados hay un valorado cocido madrileño.