El alcalde acude a una cita sobre el sobre el patrimonio y su conservación en cuanto al desarrollo económico y al turismo sostenible.
El Burgo de Osma toma parte en el I Encuentro de Conjuntos Histórico Artísticos de Castilla y León, organizados por el Ayuntamiento de Medina de Rioseco, la Junta y la Diputación Provincial de Valladolid.
El alcalde de la Villa Episcopal, Jesús Alonso acude a unas jornadas que están teniendo lugar ayer y hoy en una cita que tiene como objetivo debatir sobre el patrimonio y su conservación en cuanto al desarrollo económico y al turismo sostenible; estudiar la posibilidad de una red regional de conjuntos históricos; concretar estrategias específicas para la correcta gestión urbanística de los municipios declarados y promocionar el valor turístico de los conjuntos históricos.
En su intervención inicial y en las distintas participaciones en el coloquio y en las preguntas formuladas, el regidor burgense establecía como premisa que "el patrimonio histórico artístico, monumental y urbanístico, es un valor en sí mismo; y que si, a este valor intrínseco del patrimonio, se le une la posibilidad de que sea fuente de riqueza por el atractivo turístico que tiene y se convierte en un factor de desarrollo y de enriquecimiento para la propia ciudad, es fundamental mantener esos recursos en un estado lo más íntegro posible, porque si se destruye el objeto de interés turístico, el atractivo para los visitantes desaparecerá".
Alonso remarcaba que, "aún con un fin puramente económico, interesa que se vele por esa riqueza cultural para no eliminar una fuente de riqueza material".
El alcalde resaltaba algunos de los aspectos más notorios de la cobertura legal sobre conjuntos históricos, especialmente los artículos 43 y 44 de La Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León, referidos al planeamiento y a la autorización de obras en los conjuntos declarados. A este respecto, Alonso referenciaba el plan especial de protección del área afectada, con la existencia de un catálogo exhaustivo de todos los elementos que conforman el área protegida, los criterios relativos a la conservación de fachadas y cubiertas e instalaciones sobre las mismas, a la determinación de los elementos tipológicos básicos de las construcciones y de la estructura o morfología del espacio afectado que deban ser objeto de potenciación o conservación.
También aludía a la agilización de la tramitación para la concesión de licencias de obras que suponen contar con los instrumentos urbanísticos establecidos, pues el cada Ayuntamiento es competente para autorizar las obras precisas para su desarrollo, siempre que no afecten a bienes declarados de interés cultural o a sus entornos.
Finalmente, Alonso valoró positivamente el hecho de que la protección de los edificios favorece la obtención de subvenciones, y puso el ejemplo del ARI, firmado el 9 de abril de 2007, y que se saldó con 57 viviendas restauradas y una inversión cercana al millón euros, de los cuales cada propietario tan solo se hizo cargo del 28% del coste de la rehabilitación de su vivienda. En principio, el ARI estableció un total de 122 inmuebles susceptibles de beneficiarse de este programa, lo que hubiera supuesto una inversión total de 1.791.670 euros si hubiera habido la demanda correspondiente. También señaló el alcalde que las viviendas del conjunto histórico tienen una reducción en el valor catastral.
El alcalde burgense era uno de los miembros de la mesa redonda específica de urbanismo, cultura y patrimonio, de la que formaban parte también los alcaldes de La Alberca, Miguel Ángel Luengo; Ciudad Rodrigo Juan Tomás Muñoz; y Castrojeriz, Beatriz Francés.