Un total de dieciséis establecimientos participan en el proyecto de pruebas rápidas para la detección del virus. Uno de ellos se encuentra en la capital soriana.
Las pruebas se realizan en 16 oficinas de farmacia repartidas por todas las provincias de la Comunidad. León, Salamanca y Valladolid cuentan con tres despachos. Burgos, con dos oficinas y Palencia, Segovia, Soria y Zamora, con una, conforman la red de establecimientos habilitados para estas pruebas.
Los test rápidos de VIH, que tienen un precio de cinco euros y son anóminos, detectan la presencia de anticuerpos y antígenos del virus a través de un pequeño pinchazo en el que se obtienen unas gotas de sangre a las que se pone en contacto con una tira reactiva, de forma que se determina el resultado en unos 20 minutos. Desde que se puso en marcha y hasta junio de este ejercicio, se han realizado 84,69 test por mes de media, con diciembre y enero como los de mayor demanda, mientras que julio es el periodo en el que menos pruebas se realizan.
El perfil del usuario de este tipo de test es el de un hombre (74,55 por ciento), con una edad media de 33 años, de nacionalidad española y que vive en la Comunidad, si bien más de un cinco por ciento proceden de otras autonomías. Las relaciones sexuales con penetración vaginal sin preservativo fueron el principal motivo, según estas mismas fuentes, para solicitar la realización de la prueba, en un 45,54 por ciento. Además, el tiempo transcurrido entre la práctica de riesgo y la realización de la prueba fue superior a los tres meses en el 69,7 por ciento, tiempo considerado como el periodo ventana (tiempo que tardan en desarrollarse los anticuerpos). Dos despachos de Valladolid, con datos por encima del 11 por ciento, y una de Salamanca, con el 9,31 por ciento, son las que más pruebas realizan.
Como dato anecdótico, y siempre según fuentes médicas, se ha detectado un usuario que repetitivamente, en el periodo de análisis, se ha realizado el test 41 veces y otro que se la repitió 4 veces. Todos estos datos, que se desprenden de la encuesta epidemiológica que realizan los usuarios de las pruebas, hacen que las fuentes médicas consultadas consideren "normalizada" la realización de estos test.
Los ciudadanos que soliciten este tipo de pruebas obtendrán el resultado en un plazo de 20 minutos. Si es negativo, la persona no está infectada por VIH (cribado negativo), siempre que haya transcurrido el "periodo ventana" de tres meses.
Por el contrario, un resultado positivo indica que hay posibilidad de infección por VIH, aunque será necesaria la confirmación a través de análisis específicos, ya que el test puede fallar en el positivo, no así en el negativo, aunque se trata de una prueba de cuarta generación que cuenta con un escaso margen de error.