Fallece Perico Fernández, el boxeador que de niño veraneaba en Ágreda

Esta madrugada fallecía el púgil zaragozano Perico Fernández, una de las máximas figuras del boxeo español de los años 70 y principios de los 80.

El alzheimer y la diabetes han podido con este deportista que de muy pequeño era llevado a Ágreda en verano, de la mano de la Real Casa de Misericordia de Zaragoza, conocida como Hogar Pignatelli. Una institución benéfica que fue fundada en el siglo XVIII como hospicio infantil para niños exluidos y desamparados.

La institución tenía un edificio en la calle Agustinas de Ágreda como centro de vacaciones. El inmueble, tras pasar a titularidad de la Diputación de Soria, fue reformado para una residencia de tercera edad. Finalmente, una invasión de termitas hizo demoler el edificio que salía, con el solar anexo, a licitación pública en la pasada década.

Fernández fue santo y seña del ring, en unos tiempos en donde los combates que disputaba eran retransmitidos por la primera cadena de Televisión Española, único medio audiovisual con cobertura nacional, por lo que eran seguidos por millones de españoles.

Perico Fernández saltó a la fama con la conquista del título nacional en los pesos ligeros en 1973, y un año más tarde se hacía con la corona europea en la categoría de superligero. En 1974 consiguió el título mundial de este peso, aunque lo perdería en la célebre pelea contra el tailandés Saensak Muangsurin, precisamente en un combate disputado en Bangkok donde el calor se alió con el aspirante. Era en el verano, -julio también- de 1975.

Tras unos años de declive, el boxeador aragonés conseguía retomar la senda del triunfo, aunque ya dentro del panorama nacional, consiguiendo en 1983 ser campeón de España dentro del peso welter.

En la actualidad, Pedro Fernández Castillejos se encontraba alojado en una residencia en Garrapinillos (Zaragoza), donde fallecía a los 64 años de edad.

Descanse en paz.