San Esteban confía en que la fábrica levantará de sus cenizas
Tras la dura jornada en la localidad ribereña por el incendio en la factoría de harinas, la alcaldesa señala que los propietarios "tienen ánimo de continuar" con la actividad. El edificio antiguo, destrozado, está siendo demolido por los graves daños en su estructura.
"Mañana [por este jueves] seguiremos con las conversaciones sobre el futuro de la fábrica". Así concluía esta dura jornada de miércoles la alcaldesa de San Esteban de Gormaz, María Luisa Aguilera después de que la factoría sufriera un devastador incendio que se iniciaba de madrugada. Un día "difícil" en el que según la regidora, el pueblo veía "con pesar" cómo las llamas arrasaban con la fábrica centenaria Hijos de Javier García del Valle, una firma establecida allí hace más de un siglo y que está regida por la tercera generación de harineros.
"Los propietarios tienen ánimo de continuar" indicaba Aguilera ya con las últimas luces de este día aciago, donde operarios y maquinaria de varias empresas de la construcción, a las que ha agradecido su disposición, han procedido a demoler algunos de los muros del edificio, cuyas grietas y su estado por las llamas aconsejaban su derribo.
"La fábrica estaba muy vinculada al pueblo", ha lamentado la regidora, apuntando a que son en torno a una veintena de familias, además de los empresarios propietarios, quienes tenían ahí su trabajo, sin contar los empleos indirectos.
Con todo, no ha ocultado su esperanza en la recuperación de la actividad, ya que esta firma había aplicado nuevas inversiones económicas para innovarse, principalmente en la incorporación de nuevas líneas de producto (cereales) incluyendo el proveniente de explotaciones ecológicas.
Aguilera ha indicado que existen otros precedentes por siniestros de este tipo en la Comunidad y para los cuales las administraciones oficiales han establecido ayudas con el fin de dar continuidad al mantenimiento de empleos y a la actividad productiva.
Por último ha reseñado que afortunadamente no se han producido daños personales, trasladando el sentir de la familia de propietarios, para un siniestro en el que el perjuicio económico, cuantioso, se irá cuantificando, al igual que se investiga por parte de la Policía Judicial, bomberos y compañía aseguradora, las causas del incendio.