La Policía Nacional avisa de una nueva oleada de estas comunicaciones telefónicas que exigen el pago de un rescate.
La Comisaría de Policía Nacional de Burgos ha alertado sobre un nuevo repunte de llamadas telefónicas comunicando falsos secuestros virtuales, después de que este lunes se recibieran en la capital hasta un total de 17 llamadas en las que se pedía un rescate económico ya que habían secuestrado a un familiar. También se interpusieron cinco denuncias por hechos similares.
Las víctimas reciben llamadas telefónicas en las que les exigen cantidades que oscilan entre 1.000 a 10.000 euros por la liberación de un familiar, escuchando gritos de fondo de alguien que parece estar en crisis, generando una situación de bloqueo y angustia en el interlocutor. En realidad, no se trata de ningún secuestro real, sino de una estafa telefónica que busca presionar a las víctimas mediante amenazas antes de colgar el teléfono, haciendo creer que un familiar cercano ha sido secuestrado y que será torturado si no paga de forma inmediata un rescate. Los autores de estas estafas prolongan la llamada durante bastante tiempo con dos objetivos: por un lado, evitar que la víctima pueda corroborar la veracidad de la información y, por otro, conseguir que realice un pago rápido.
Mayoritariamente, las llamadas se están efectuando desde Chile, para lo que utilizan el prefijo internacional 0056 de este país. Otro aspecto importante para detectar la estafa es que se exige que los pagos se realicen a través de una empresa de envíos de dinero, que está normalmente ubicada en locutorios. La Policía Nacional ha alertado de estas llamadas y ha difundido periódicamente pautas de prevención a través de los medios de comunicación y sus canales en redes sociales.