La pasarela

Casi 4.000 firmas recogidas exigiendo la construcción de la pasarela que una Soria con la que ya construyera el Ayuntamiento de Golmayo, es un tema que merece que le demos una vuelta. Gracias a Dios, los niños de 13 años atropellados evolucionan bien, que es lo importante, pero al final ha resultado que, como casi siempre, hasta que no pasan las cosas, no se pone remedio. Y remedio es lo que hay que poner a un tema de seguridad, con niños cruzando carreteras generales de cuatro carriles para ir a un Burguer o al cine, porque ni cine nos queda ya en la capital, casi con toda seguridad la única de España. Al parecer, el comercio soriano se siente amenazado con la construcción de esta pasarela, cuando en realidad el atractivo que encuentra el consumidor acudiendo al centro comercial de Camaretas es un inmenso aparcamiento gratuito y a cubierto, donde ni te mojas ni pasas frío, mientras que los negocios del centro de la ciudad han visto como las plazas de zona azul que permitían un fácil acceso a sus negocios, han desaparecido por completo en favor de la peatonalización y del parking, que no te libra ni aun pagando de salir a la intemperie en una ciudad en la que el clima no invita precisamente al paseo. Mil veces se ha denunciado desde el Partido Popular que este modelo de ciudad estaba asfixiando al comercio, a la hostelería y a la propia Soria. No es la pasarela la que quita ni pone, es este modelo de ciudad de Carlos Martínez el que ha quitado mucho y ha aportado muy poco, aunque según dicen algunos, la cuestión es hacer cosas. El resultado, una ciudad de cine a la que no le quedan ya ni cines.