Seis miembros de la organización internacional perdían la vida este martes tras un ataque aéreo en la ciudad de Rann.
Personal y voluntarios de Cruz Roja Soria guardaban un minuto de silencio a las puertas de la sede en la capital este jueves para mostrar su repulsa por la muerte de 70 personas, la mayoría civiles, en la ciudad de Rann, en el noreste de Nigeria. Entre ellas se encontraban seis miembros de la organización en el país africano.
La matanza se producía, al parecer por error, tras el ataque de un avión de combate nigeriano a un campo de refugiados en esta área fronteriza con Camerún.
Los seis trabajadores de la Cruz Roja estaban en Rann como parte de una operación humanitaria para distribuir comida a más de 25.000 personas desplazadas. Horas después del ataque aéreo del martes, un equipo quirúrgico del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se desplegó en Rann, mientras otro equipo quirúrgico del CICR en Maiduguri se preparaba para apoyar al Ministerio de Salud.
"Es inaceptable que tantas personas civiles hayan sido asesinadas y heridas. El personal laboral y voluntariado de carácter humanitario deben ser capaces de operar con seguridad y poder prestar asistencia vital donde sea necesario, sin temor a perder sus vidas. Las partes en el conflicto deben cumplir con sus obligaciones bajo el derecho internacional humanitario para asegurar que las y los civiles no sean afectados por las hostilidades" han señalado en Cruz Roja en Soria.
Con este gesto silencioso, la ONG se adherían a otras asambleas mostrando también sus condolencias a las familias de las víctimas y pararecordar que la misión humanitaria ha de ser protegida.