¿De qué hablamos cuando hablamos de microcirculación?
Puede sonar como una palabra rara, algo incluso que esté fuera de tu interés, pero la verdad es que es un concepto que todos deberíamos conocer por el bien de nuestra salud. Hablamos de microcirculación cuando nos referimos al estado final de la circulación sanguínea, allí donde realmente se abastece de oxígeno y nutrientes a las células del organismo y donde se evacuan los desechos del metabolismo. En total comprende tres cuartas partes de toda la circulación sanguínea que hay en todo el cuerpo. Descubre todo sobre la microcirculación aquí.
Y, ¿por qué es tan importante? Pues bien, es justamente en este estadio del corriente sanguíneo donde se genera la salud o la enfermedad. Es aquí donde se genera la energía, donde se elaboran las proteínas, las células, etc. Es por esto que si se reduce o se colapsa este sistema, la biología empieza a deteriorarse. Y, ¿cómo se malmete la microcirculación? Pues bien, hay una serie de factores, sobre todo sociales, que tienen que ver con nuestras costumbres, que pueden empeorar esta fase del circuito sanguíneo. Algunos de estos factores son los malos hábitos dietéticos, puesto que una mala alimentación no ayuda en ningún caso a nuestra circulación ni al abastecimiento de proteínas. El sedentarismo es otro factor que puede empeorar esta faceta, ya que no hacer el ejercicio adecuado puede dificultar la circulación y por último, otro factor fundamental es el estrés. La acumulación de tensiones durante el día a día carga el cuerpo generando disfunciones en su biología.
Aunque cueste de creer conocer bien cómo funciona la microcirculación es importante dado que un 80% de las causas por las que los ciudadanos acuden al médico tienen que ver con una deficiente microcirculación, y por esto no podemos desestimar este factor tan importante de nuestro cuerpo.
Ahora existen métodos que nos ayudan a activar nuestra microcirculación y que, mejorando nuestros hábitos de vida, nos pueden hacer sentir mucho mejor. Activar la microcirculación nos ayudará a tener más vitalidad, más energía y a la vez más concentración. Con solo 8 minutos al día podemos acceder a un modo de activación de la microcirculación que nos permitirá acelerar la vasomoción, nos ayudará a distribuir mejor la sangre en la red capilar, incrementará el reflujo venoso y conseguirá una mayor extracción de oxígeno. Es fundamental saber que cualquier tipo de trastorno en esta fase de la circulación puede causar multitud de enfermedades. Una posible acción terapéutica contra estos trastornos es restaurar la frecuencia normal de la vosomotricidad autorrítmica espontánea, cuando está sometida a limitación clínicamente significativa de forma permanente en el cuerpo. Una opción que podemos considerar. Así que más vale prevenir que no curar.
Hay que tener en cuenta también que además de estos tratamientos que nos ayudan a activar la microcirculación es fundamental seguir unos hábitos de vida saludables que complementen con la terapia y que nos ayuden a que nuestro cuerpo funcione bien. Hacer deporte y comer bien es fundamental para mantener un estilo de vida equilibrado y sano.