El equipo compuesto por Carolina Fuentes, Manuel Meijide, Federico Meijide Fuentes y Manuel Meijide Fuentes logran el reconocimiento oficial del llamado Magnamanus soriaensis. Lamentan que la provincia no disponga de un espacio expositivo dedicado a la rica paleontología soriana.
El equipo compuesto por Carolina Fuentes, Carolina Fuentes, Manuel Meijide, Federico Meijide Fuentes y Manuel Meijide Fuentes ha logrado que sus esfuerzos se hayan visto recompensados tras haber hallado fósiles de un gran ejemplar en el término de Golmayo. "Dar nombre a un nuevo dinosaurio es de las cosas más extraordinarias que le pueden pasar a un paleontólogo en su vida" han señalado sus descubridores.
"Después de casi diez años de excavaciones, estudios, visitas a museos de Europa y América, para comparar el material de nuestras excavaciones con el de otros dinosaurios ya existentes, de recabar bibliografía, de discutir con otros científicos, por fin, Soria tiene su dinosaurio, un nuevo género único para el mundo", aplauden.
El estudio del equipo ha sido publicado en la prestigiosa revista científica internacional Journal of Spanish Paleontology, donde aparece el dinosaurio soriano y sus acompañantes en el yacimiento de 'Zorralbo I', descripción que recoge que fue un animal de grandes dimensiones, con al menos 10 metros de longitud y 3,5 toneladas de peso. Las labores iniciales ya comenzaron en el año 2000, siendo concluidas las escavaciones cinco campañas después. Tras ello, el equipo ha trabajado hasta ahora para sacar adelante este nuevo género de animal prehistórico.
Se trata de un cuadrúpedo fitófago que se desplazaba por los pantanos de Golmayo hace 130 millones de años, compitiendo con otros dinosaurios aún más grandes. "Enormes saurópodos de más de 20 metros de longitud cuyos huesos fosilizados también hemos encontrado en nuestras excavaciones y que posiblemente se clasifiquen como una nueva especie de titanosaurio, junto con otros fitófagos armados con grandes placas y espinas del grupo de los Polacanthus, que también pudieran ser una nueva especie para la ciencia, porque la fauna fósil de Golmayo es realmente especial", han explicado.
Y junto a estos gigantes, los paleontólogos han encontrado también a dinosaurios terópodos, ágiles carnívoros de dientes acerados y puntiagudos, en dura competencia con los cocodrilos que infectaban la zona, "cuya presencia queda más que justificada por los miles de coprolitos que hemos hallado en el yacimiento".
Volviendo a Magnamanus soriaensis, los autores han señalado que hasta el momento es el dinosaurio más completo encontrado en España dentro del período Cretácico inferior y en un estado de conservación único. "Si pretendiésemos hacer su retrato robot diríamos que se parece a un iguanodon, pero este es un primo lejano, al menos 20 millones de años más joven que el dinosaurio de Soria y que podía ponerse en pie, algo que para Magnamanus era imposible".
Continuando con el retrato de especie desaparecida y ya oficializada, el animal desarrollaba su vida con la cabeza baja, ramoneando helechos y líquenes, "pues no podía elevarla para comer las acículas de los pinos, como podía hacer su lejano pariente". Un deambular por un entorno encharcado, cubierto de lodo hasta las rodillas, "arrastrando su enorme corpachón gracias a la extraordinaria potencia de sus patas delanteras provistas de unas manos tan grandes que casi duplican el tamaño de las de sus primos" describen.
Además, la boca del dinosaurio terminaba en un pico sin dientes, parecido al de una gran tortuga, y estaba provista de una enorme batería dental que se hallaba tan gastada que apenas presentaba alguna pieza en buenas condiciones. "Era un animal muy viejo que no pudo resistir la riada que acabó con su vida y le sepultó en uno de los desagües del gran río que discurría entonces, en lo que ahora es la capital y los alrededores de Soria".
Con el paso del tiempo, el cuerpo del Magnamanus soriaensis fue sepultado por sucesivas capas de sedimentos que aportaron nuevas riadas, y se fue convirtiendo poco a poco, "a lo largo de millones de años, en el fósil que 130 millones de años después tuvimos la inmensa suerte de sacar a la superficie, tras cinco campañas de excavación consecutivas", relatan.
Magnamanus Soriaensis, 'la mano grande de Soria'
Sin embargo, Carolina Fuentes, Manuel Meijide, Federico Meijide Fuentes y Manuel Meijide Fuentes han lamentado que no es posible ver el dinosaurio soriano. "Se encuentra recogido en los almacenes del Museo Numantino, guardado y preservado en cajas, como otros muchos fósiles igual de importantes y llamativos que hemos ido obteniendo a lo largo de los años en las numerosas excavaciones y prospecciones que hemos realizado, aparte de los hallados por otros investigadores" han significado también.
Para este grupo, Soria cuenta con un patrimonio paleontológico de "gran envergadura", tanto en lo que se refiere a fósiles de vertebrados, como de invertebrados y de icnitas, que abarcan desde la era primaria, con una edad de 500 millones de años hasta los más recientes, de unos 350.000 años, según apuntan.
"Creando un mosaico de localidades único para España, (Torralba, Ambrona, Cirujales del Río, Piquera de San Esteban, Mazaterón, Layna, Tierras altas, Tera, Talveila, Cubilla, Deza, Escobosa de Calatañazor, Calatañazor, Carrascosa de la Sierra, pantano Cuerda del Pozo, Pico frentes, Barahona etc., y así una larga lista con docenas de decenas de fósiles, muchos de ellos de gran relevancia científica, que por desgracia se encuentran en la misma tesitura que este nuevo dinosaurio".
Por ello, los paleontólogos han recalcado que no existe en la provincia, que afirman cuenta con un patrimonio paleontológico "único en la Península Ibérica", un museo donde se pueda exponer tal riqueza.
Por ello, han abogado por la creación de un nuevo espacio expositivo para este tipo de hallazgos, ya que el Museo Numantino está concebido para albergar la arqueología soriana. "¿No sería este un nuevo atractivo para sus visitantes? ¿No sería entonces posible potenciar la investigación de este recurso y organizar congresos, exposiciones, jornadas que atrajesen a científicos de todo el mundo como sucede en otras provincias de España que no cuentan con la riqueza paleontológica de Soria? ¿No crearía numerosos puestos de trabajo? ¿No revitalizaría la capital, la ruta de las icnitas y a aquellos pueblos que tienen yacimientos?" se preguntan.
Abundando en este aspecto, han incidido en que la provincia ya es conocida mundialmente por el extraordinario número de icnoespecies que se han encontrado en Tierras Altas, de las cuales somos participes, por lo que también inquieren: "¿no sería aún más reconocida en el mundo?"
El equipo Fuentes-Meijide tiene elaborado un anteproyecto, que pretende presentar este año a las administraciones, como el Ayuntamiento de Soria y la Diputación Provincial, en el que expone la "cantidad ingente" de restos fósiles que existen y la "versatilidad que conllevaría a la ciudad al exponerlos" en un museo paleontológico soriano, tal y como han llevado a cabo "numerosas provincias, ciudades y pueblos de España y Portugal que han visto cómo su atractivo turístico experimentaba un elevado auge" concluyen.