Conviene revisar periódicamente el estado de nuestros neumáticos, ya que podemos recibir una sanción de 200 euros si circulamos con las ruedas muy desgastadas
Pasados los rigores del invierno, es momento de ir pensando en sustituir nuestros neumáticos de invierno por los habituales de verano. Y muchas veces antes de proceder al cambio de ruedas es conveniente comprobar el estado en el que se encuentran, ya que podemos recibir una sanción de 200 euros si circulamos con las ruedas desgastadas.
Los neumáticos de verano permiten en general una mejor maniobrabilidad en países con climas mediterráneos como España y además generan menos ruidos y menor consumo de combustible por la menor resistencia al pavimento.
No hace falta gastarse un dineral en una tienda para acceder a buenos recambios de automóvil y podemos consultar los mejores precios y descuentos en tiendas online. Además, podemos llevar las ruedas a nuestro taller de confianza para que los monten en nuestro coche sin problemas y consiguiendo un ahorro importante sobre el precio total.
Este tipo de neumáticos de verano pueden estar siendo usados los doce meses del año, aunque eso sí, debemos comprobar que las ruedas estén en perfecto estado ya que de lo contrario perderán adherencia en condiciones climatológicas algo más adversas. En todo caso es recomendable usarlas entre los meses de mayo a octubre.
Sobre el estado de los neumáticos, hay que tener en cuenta parámetros como la presión (debe ser adecuada, ni flojas ni muy duras), los dibujos de la goma que se mantengan sin agujeros o grietas y de un tamaño adecuado (tiene que ser 1.6 mm como poco), la antigüedad de los mismos (no superior a 5 años) o que hayan recorrido más de cincuenta mil kilómetros.
Y un último consejo final: no es nada aconsejable usar neumáticos que no sean nuevos. Conviene dudar de ruedas de segunda mano que han circulado en condiciones que no conocemos. La seguridad es lo más importante y además, como ya hemos explicado, nos pueden sancionar si los neumáticos no están bien.