Setenta jóvenes sorianos y quince monitores voluntarios forman el único grupo scout de Soria. Una familia que lleva a sus espaldas más de 40 años practicando el escultismo, el movimiento basado en valores como la honestidad, el compañerismo y la coherencia.
A Soria, este movimiento llegó en el 1973 de la mano de un grupo de profesores del colegio Nuestra Señora del Pilar de la capital. Los Escolapios decidieron continuar con la educación de los chicos fuera del horario escolar a través de la metodología scout. Una metodología que se basa en "la educación por la acción" y que consiste en "enseñar haciéndolo", como explican las scouters. "Todos los chicos tienen una responsabilidad, todos colaboran, y por eso, no se quejan ni les cuesta hacerlo". Pero no fue hasta diciembre de 1974 cuando nació oficialmente el Grupo Scout Doce Linajes, que al registrarse en la Federación de Scouts-Exploradores de España (ASDE), adoptó el número 276.
Los grupos scouts están perfectamente organizados. Se dividen en cinco secciones según la edad de los jóvenes exploradores, unidades que en el caso del grupo soriano están ambientadas en la naturaleza de la provincia. La Colonia Laguna Negra está formada por 6 castores de entre 6 y 8 años; la Manada Halome por 24 lobatos de 8 a 11 años; la Tropa Moncayo por 22 troperos de 11 a 14; la Esculta Montsegur por 12 escultas de 14 a 17; y el Clan Urbión, formado por 6 rovers de 17 a 21 años. Un total de 70 chicos coordinados por 15 voluntarios que en su día pertenecieron a alguna de estas ramas, o que simplemente decidieron convertirse en scout en su vida adulta. Eso sí, todos ellos "alegres, divertidos y voluntariosos", que es como definen Raquel y Celia el carácter de un scouter.
Se reúnen los sábados en los bajos de los números 26 y 28 de la calle García Solier, y es allí donde se deciden todos los pasos que dará esta gran familia durante los meses que dura el curso escolar scout. Un tiempo en el que los jóvenes progresan según marca la metodología, pasando por las etapas de integración, participación y animación; y en el que tal vez se comprometan con los valores y principios del escultismo a través de la promesa scout.
El 276, un grupo más de 40 años listo y al que todavía le esperan 'buenas cazas y largas lunas'.
SUS CUARENTA AÑOS, MOTIVO DE CELEBRACIÓN
El escultismo no llegó a Soria hasta diciembre de 1974, cuando la agrupación de scouts soriana se registró en ASDE. Un año antes, los fundadores ya habían comenzado con las actividades, y por eso el 2013 fue el año elegido para celebrar el 40 aniversario del 276. Un año "muy emotivo", lleno de actividades, y en el que el Ayuntamiento de Soria lució en su fachada una enorme bandera scout.
Se editó una edición especial de la revista del grupo con toda la documentación que recopilaron de su historia, y además, se reunió a un gran número de integrantes, de ayer y de hoy, gracias al boca a boca, porque como las monitoras dicen, "Soria es pequeño para lo bueno y para lo malo".
GANADORES DEL FESTIVAL REGIONAL DE LA CANCIÓN SCOUT
'Jugando juntos' fue la tema que el grupo soriano presentó hace dos años en Valladolid en el Festival regional de la Canción Scout. Dos de los monitores del Doce Linajes compusieron la letra y la música, a la que luego pusieron voz y baile todos los integrantes del colectivo. La canción, creada para la ocasión y ambientada en la vida scout, les dio el pase al festival nacional, celebrado en Mérida un año más tarde. Una experiencia muy positiva, en la que los monitores observaron que "además de perder la verguenza a hablar en público, los chicos se dieron cuenta de que no estamos solos". Aprovechando también la ocasión para relacionarse con el resto de grupos scouts del país.
LAS SALIDAS, TIEMPO DE RESPONSABILIDAD Y AGRADECIMIENTO
Las salidas son parte fundamental del movimiento scout, y como la coordinadora del grupo soriano explica, "éstas implican todo lo que se hace los sábados fuera de la capital". Una de las más especiales, la excursión del primer fin de semana de la Ronda Solar, como ellos llaman al curso, que "ayuda a que los chicos empiecen con más ganas, se unan más y conozcan a las nuevos integrantes". Cada sección hace una salida al trimestre, que se suma a la otra excursión trimestral que realizan todos juntos. Estas aventuras son para los scouts sinónimo de responsabilidad, participación, respeto, y agradecimiento a las personas que les ceden voluntariamente los espacios en los que se instalan.
ÉRASE UNA VEZ, EN UN CAMPAMENTO DE VERANO...
Cualquier niño es bienvenido a los campamentos de verano que el grupo Doce Linajes organiza en julio cada año. "No necesitas pasar ninguna prueba para ser scout, en el momento que te apuntas al campamento, ya formas parte del colectivo", aclaran las monitoras. Solo se necesitan ganas de divertirse y por supuesto, de colaborar, ya que entre todos se construye lo que será su casa durante 15 días, desde la cocina hasta los urinarios. Un cometido que les enseña coordinación, "si cada uno tiene una tarea y alguien no la cumple, la cadena falla". Cambian la ubicación todos los veranos, y este año será en Cabrejas del Pinar donde los chicos aprendan a convivir y a respetar la naturaleza.
"HAY SCOUTS EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO"
El escultismo es un movimiento internacional, practicado por millones de personas en todo el mundo, y precisamente de eso tratan las actividades asociativas. El objetivo es que los chicos conozcan al resto de grupos para que sean conscientes de la fuerza que tiene este pensamiento, esta manera de sentir y vivir. El grupo soriano, siempre que puede, acude a las diferentes actividades de Castilla y León, que este año celebrará los 110 años del escultismo. Valladolid recibirá el día de San Jorge a diferentes grupos de scouts de la Comunidad, entre ellos, posiblemente al 276, que sueña con conocer algún día el Centro Internacional Scout de Kandersteg en Suiza.
EL MOMENTO MÁS ESPECIAL, LA PROMESA SCOUT
Realizar la promesa significa dar el sí a la forma de vida de los scouts, que originalmente se realizaba en la sección tropa, la unidad original con la que comenzó el movimiento. Los troperos tienen 12 o más años y ya están preparados para saber si quieren comprometerse con los valores del escultismo para poder seguir progresando como marca la metodología, "que se ha creado en grupos de trabajo y se va adaptando a los tiempos". Los scouts sorianos adquieren este compromiso con su promesa el último día de los campamentos, en una ceremonia donde los chicos de cada sección se cogen de las manos formando un círculo y aprendiendo a respetarse y a escucharse unos a otros.