La OPA vaticina que, si no se pone remedio, los episodios de ataques como el reciente de Monasterio serán cada vez más graves, frecuentes y cercanos a la capital.
ASAJA Soria ha denunciado una presión "continua e insoportable" sobre los ganaderos que se une a la multitud de problemas que tienen estos profesionales para subsistir. Y es que cada día, según la organización profesional agraria (OPA) hay en Castilla y León al menos dos ataques de lobo al ganado, más de 800 cada año, y en la provincia de Soria están empezando a ser también frecuentes.
En los últimos días se han producido daños graves en una explotación de Monasterio. La OPA ve con alarma esta situación y considera que el sector ya está en suficiente crisis, con 30.000 reproductoras de ovino menos en la provincia en un año, y teme que para mayor escarnio se repita lo que acontece en otras provincias como Ávila. La situación que se vivía allí hace unos cinco años es similar a la actual de Soria en número de ataques, pero actualmente en tierras abulenses los problemas son casi diarios y muchos ganaderos "han dejado las explotaciones, desplazados por los lobos, que campan a sus anchas".
A finales de 2014 ya el censo oficial arrojaba que había manadas de estos cánidos en 43 de las 60 comarcas agrarias de Castilla y León, sin contar los individuos solitarios. "El hecho es que hoy por hoy el lobo está presente en más de dos terceras partes del territorio regional y desde luego en cualquier punto de la provincia de Soria, incluso a escasos 12 kilómetros de la capital, como es el caso del barrio de Pedrajas", han apuntado.
"La Administración" continúan en la organización que preside en Soria Carmelo Gómez, "parece mantener con esmerado celo sus objetivos conservacionistas con el lobo, pero no está cumpliendo ni de lejos sus obligaciones de conservar el trabajo y el medio de vida de las familias ganaderas. Los datos prueban además que, en caso de colisión entre lobo y ganado, es el ganadero el que está siendo expulsado del territorio".
Por último, en ASAJA han insistido en que las administraciones están a tiempo de solucionar el problema, "y evitar que el lobo se trague a la ganadería extensiva y a algún recolector de setas".