Ángel Rodríguez Ortiz, homenajeado en su centenario
El centenario, en el homenaje./Dip.
En la actualidad reside en el centro de mayores Benilde, en El Burgo de Osma, donde recibía la felicitación.
El centenario Ángel Rodríguez Ortiz recibía la cálida felicitación por parte de familiares y compañeros en la residencia Benilde, del Grupo Latorre, en El Burgo de Osma.
Un acto íntimo celebrado el sábado en el centro residencial, al que acudía de manera oficial la presidenta de la comisión de Igualdad de Oportunidades, Servicios Sociales y Residencias de la Diputación, Pilar Delgado, y que estaba organizado por el CEAS Ribera del Duero.
Ángel Rodríguez Ortiz, 'El droguero', nació el 1 de marzo de 1917 en Zuzones, provincia de Burgos, aunque pasó su juventud entre San Juan del Monte, Palencia y Aranda de Duero junto a su tío Fernando Ortiz. Vio su servicio militar interrumpido por la Guerra Civil, donde estuvo como soldado, practicante y telegrafista en Segovia, Teruel y Barcelona.
A su vuelta, se estableció en San Esteban de Gormaz junto a su hermana pequeña, donde ya en 1940 comenzó a trabajar en una sucursal de la empresa de su tío 'Drogas Ortiz'. A mitad de los 40 conoció a la joven Isabel Charle Martín, hija del comerciante y alcalde de la villa, Evaristo Charle, con la que lleva casado desde octubre de 1950. Juntos han tenido cuatro hijos, Alfonso, Isabel, Juani y Teresa.
En la década de los 60, pasó a ser propietario de este establecimiento, muy conocido en el pueblo, donde comercializaban productos de droguería, perfumería, abonos, vino y piensos, entre otros.
Su interés por el vino le hizo sumergirse en la antigua cooperativa San José Obrero', llegando a ser presidente de la misma, en una labor que ayudó a que los vinos de sanestebeños se incluyeran en la Denominación de Origen Ribera del Duero.
En la década de los 80, una vez jubilado, siguió con la gestión de la tienda al lado de mujer hasta que ella se jubiló y a partir de ese momento iniciaron numerosos viajes, como el de sus bodas de oro en el año 2000, disfrutando en todos ellos.
A partir de entonces, el centenario ha pasado su vida de manera tranquila en San Esteban junto a su mujer hasta que ingresó en la residencia de Osma, donde está a la espera de su primer biznieto.