Artículo de opinión de Roberto Vega de la segunda quincena de marzo.
1973. Cuarenta y cuatro años, ¡ya!, del documental naturalista de la RTVE. Súbitamente: banda sonora impactante, abanderando su vigencia hoy. Serie Fauna Ibérica que en 4º de EGB doña Pili Lite nos sugería ver en casa para comentarla en clase al día siguiente.
Inmediatamente desfilan, cómodamente, unas fotografías que envidia la National Geographic. Colabora el ICONA. Y al comenzar el capítulo se escuchan cantos de pájaros y al viento silbar a través del manto verde de las sierras.
Península Ibérica. He calculado, perdonadme si estoy equivocado, una treintena de colaboradores trabajando con el “¡oh capitán, mi capitán!”.
Y comprendemos mejor cuando interviene la voz del científico Félix Rodríguez de la Fuente. Comunicador magnífico; profesor documentado; observador meticuloso del comportamiento animal y humano; advertidor de declives y catástrofes provocados por el ser humano; relatador y poeta de comportamientos vitales en los ecosistemas; estudioso imaginativo, riguroso y conciliador de opuestos.
En sus documentales se escucha: al cuco, al viento compañero de unas ruinas de torre vigía castellana, una canción de cuna enternecedora y, quizás, otra de miedo transmitiendo tragedia…
Félix Rodríguez de la Fuente: “El lobo, como el hombre, es un matador”. “El Parque Natural (santuario o emporio) constituye un auténtico desafío para el Estado Español”. “Catastróficas consecuencias del desequilibrio que provoca la acción del hombre”.