El Servicio Territorial de Medio Ambiente lleva a cabo, en la provincia acciones de control y vigilancia coincidiendo con la apertura de la temporada. El número de autorizaciones de captura superará las 6.000 esta temporada. En 2016 y lo que va de año se han abierto 111 expedientes en Soria relacionados con la caza.
Coincidiendo con el inicio de la temporada hábil de caza del corzo, que comenzaba el sábado día 1, los agentes medioambientales y celadores medioambientales de la Junta de Castilla y León están intensificando la vigilancia para garantizar el correcto ejercicio de esta actividad.
La temporada hábil del corzo se prolongará hasta principios de agosto, de acuerdo con la fecha que se determine en la Orden Anual de Caza de la temporada 2017-2018 que se aprobará en el mes de junio. La modalidad de caza más habitual de esta especie es el rececho.
Los cazadores de corzo, además de estar en posesión de la documentación necesaria para el ejercicio cinegético, deben acreditar la autorización del titular o del arrendatario del coto de caza y están obligados a cumplir las normas de precintado de las piezas abatidas. En los recechos, cada cazador deberá portar, al menos, un precinto sin usar cada vez que salga de caza, que deben ser mostrados a los agentes de la autoridad que así lo requieran.
Los precintos han sido facilitados por el Servicio Territorial de Medio Ambiente sobre la base del cupo ordinario que tiene aprobado cada coto privado de caza, según su Plan de Ordenación Cinegética en vigor. Para esta temporada, hasta el momento, se han generado un total de 5.686 precintos de corzo, de los que 2.640 son para ejemplares machos y 3.046 para hembras. No obstante, aún hay cotos de caza a los que no se han entregado los precintos por encontrarse en situación de tramitación administrativa, por lo que el número total de autorizaciones para la temporada en la provincia de Soria estará por encima de los 6.000.
Los agentes medioambientales, en los controles que realizan, comprueban la correcta colocación de los precintos en las cuernas de los corzos legalmente abatidos, que el precinto se corresponda con el coto donde se ha cazado y que se haya marcado la fecha de abatimiento, además de cualquier otra circunstancia anómala.
Infracciones habituales
Algunas de las infracciones más habituales relacionadas con la caza del corzo son: llevar en los vehículos armas de fuego listas para su uso; no colocar los correspondientes precintos a corzos abatidos legalmente o colocarlos modo incorrecto, sin ajustar a la cuerna del animal, a veces con objeto de permitir su liberación y reutilización; cazar sin disponer de precintos o con precintos de otras temporadas; o cazar sin autorización del titular del terreno cinegético o con una autorización expedida por persona no autorizada.
Estos hechos pueden ser constitutivos de infracciones tipificadas en el Reglamento de Armas y la Ley de Caza de Castilla y León y pueden ser sancionados con multas de entre 500 y 5.000 euros.
El número de expedientes abiertos por la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en 2016 y lo que va de año por infracciones relacionadas con la caza son 111, de los que 14 están directamente relacionados con la caza del corzo.
El pasado miércoles, agentes medioambientales de la Junta identificaron a un cazador, en la comarca de Almazán, tras abatir un corzo en terreno cinegético, comprobándose que carecía de la correspondiente autorización del titular del coto y que, además, no había precintado la pieza abatida, por lo que instruyeron la correspondiente denuncia y decomisaron el arma empleada así como el trofeo del corzo.