En una tarde marcada por el inusual calor que está predominando esta Semana Santa, los sorianos han salido a ver la procesión más larga que tiene lugar en la capital.
La procesión del Vía Crucis de Penitencia de la Cofradía de Las Caídas de Jesús ha salido puntual a las 19:30 de la Concatedral de San Pedro para recorrer las catorce estaciones del Vía Crucis de Jesús con una breve plática en cada una de las correspondientes a las tres caídas por Don Julián Perdiguero Serrano, párroco 'in solidum' de Santa María La Mayor de Soria. El recorrido ha durado más de tres horas y ha estado lleno en todo momento de sorianos y visitantes que no han querido perderse una de sus procesiones más emblemáticas.
El paso que se procesiona fue tallado en Barcelona en 1892 y se compone de la imagen de un Cristo caído por el peso de la cruz mientras la figura intransigente de un soldado romano tira de él mediante una cuerda, todo ello sobre una carroza con hornacinas con las catorce estaciones del vía crucis.
La procesión, a las 19:30, sale de la concatedral de San Pedro, recorre el centro de la ciudad y regresa al punto de origen. Una característica especial de la procesión es que tres penitentes cargan con pesadas cruces de madera, una en recuerdo de cada caída de Jesús, estando reservadas estas cruces a personas que desean realizar penitencia de una manera especial.
Además, al paso de Las Caídas le precede un grupo de mujeres completamente enlutas, con los rostros tapados, en muchas ocasiones descalzas y en otras con cadenas en los pies. Entre esas mujeres una va con el rostro descubierto y representa a la Verónica, por lo que lleva extendido y sujeto por las dos manos un pañuelo blanco impreso con el rostro de Jesucristo.