La localidad ribereña rememora al patrón de los labradores con misa, procesión, caramelos para los niños y parrillada.
Los vecinos de Quintanilla de Tres Barrios han celebrado un año más la misa y procesión en honor al santo labrador. Una tradición que no se ha perdido con el paso del tiempo aunque los agricultores en el pueblo hayan quedado reducidos a un número muy limitado, pero que no es impedimento para que la gente manifieste su fervor San Isidro, vinculado a la localidad hace siglos.
La jornada, ayer lunes, comenzaba con una misa solemne invocando la figura del protector. Después, la procesión para bendecir los campos, y que estaba encabezada con el estandarte con la figura del patrón de los labradores. Un recorrido que como manda la tradición lleva hasta el paraje de La Cruz de la Veleta.
Durante el trayecto no faltaron las invocaciones y los cánticos y la bendición de los cuatro puntos cardinales para rogar, con fe y devoción, por una buena cosecha.
De vuelta al pueblo tendría lugar la siembra de caramelos, rememorando la costumbre ancestral en la que el jefe de la Hermandad de Labradores iba derramando confites y dulces por las calles. En esta ocasión el punto de encuentro sería la plaza.
Como colofón del evento tuvo lugar una merienda entre los asistentes que participaron en la procesión y quisieron apuntarse a degustar una apetitosa parrillada.