Los Jurados de La Cruz y San Pedro, Carlos Vallejo y Mª Luisa Andrés, nos cuentan cómo es la experiencia y lo que esperan de las fiestas de San Juan.
“Necesitábamos un local grande porque somos muchos y este es perfecto porque además, al ser una calle sin salida, hay menos peligro para que los niños estén jugando. Además, es el barrio de la Jurada”. Carlos Vallejo y Mª Luisa, todos los años, celebran San Juan con su grupo de amigos. “Nos hacemos camisetas naranjas con un toro que es como nuestro logotipo y vamos todos los amigos iguales”. El naranja es, pues, el color que manda en la cuadrilla; inunda la puerta de toriles en el dibujo de la plaza de toros que cubre una de las paredes y tiñe una de las botas más especiales para el jurado. Aunque sin duda la más simpática es una que cuenta con un retrato de los jurados (ver foto), esa ya la tienen reservada para ellos. El ambiente en la cuadrilla es muy bueno y se nota que saben de lo que va esto. "Somos un grupo numeroso y no es la primera vez que estamos en cuadrilla. Algunos de nosotros ya han sido Jurados y siempre vamos todos a ayudar”.
Nunca han perdido el espíritu sanjuanero y, durante los años que tuvieron que vivir fuera de Soria, pedían vacaciones para venir. “Hubo algunos años que no podíamos llegar al pregón y nos daba mucha rabia. En el coche, cuando llegábamos a la altura de Medinaceli y se sintonizaba la radio, lo poníamos para al menos sentir que estábamos cerca y que llegábamos a San Juan. Era una necesidad conseguir estar aquí esos cinco días, poder ir a La Saca, estar el viernes de toros en la plaza con los amigos".
"Este año lo vamos a echar de menos, pero simplemente va a ser diferente, no peor ”comentan los Jurados. “Intentaremos llegar también a las bailas -uno de los mejores momentos para MªLuisa- pero si no, hay muchas bailas, y lo primero este año es la cuadrilla”. En el local han pintado una vista del barrio desde el Castillo para homenajear la esencia de la cuadrilla y han elegido un logotipo minimalista que representa el sol, vino y toros de las fiestas con los Arcos de San Juan, parte del barrio de La Cruz y San Pedro. La caldera será moderna, dicen “hay que arriesgar”. Este año tendrán que modificar la organización del grupo de amigos, pero no les importa “vamos a disfrutar igual”. En el catapán, recuerdan, “parecíamos los novios en una boda. Todo el mundo quería venir a felicitarnos y a vernos, es una sensación indescriptible”.