Conoce la cuadrilla de Santo Tomé, San Clemente y San Martín de la mano de sus jurados, Carlos Martínez Bobez y Soraya Gonzalo Gómez.
Jurarse amor eterno en Las Bailas junto al Duero es una promesa soriana, auténtica y castiza. Carlos y Soraya la realizaron allá por los años 90, cuando grabaron sus nombres en los chopos del camino a los que cantó Machado, forjándose así su amor durante San Juan. Más de 20 años después, ambos sorianos siguen manteniendo lo prometido, y este año, más unidos que nunca a las fiestas, como jurados de Santo Tomé San Clemente y San Martín. Una cuadrilla que no han elegido al azar, ya que la madre de Soraya, fue jurada de la misma en el año 1999. “Es un buen barrio”, dicen los jurados, “el recibimiento ha sido muy bueno, los jóvenes se lo piensan más, pero la gente mayor responde muy bien, conserva mucho la tradición”.
Fue su hija de 15 años, Zaira, la que un día le propuso a su padre la idea. Carlos aceptó encantado y llamó a su mujer para convercerla, poco tiempo después bajaban al Ayuntamiento de la ciudad para apuntarse a las fiestas. Zaira va a ser el primer año que disfrute tan de cerca los sanjuanes, aunque sus padres le han transmitido esa pasión desde que era pequeña. Ella ha llevado a cabo todo el diseño del logotipo, bajo las directrices de su madre, “le dije que tenían que aparecer el sol, el vino y los toros, hizo dos bocetos y entre los más allegados elegimos el logotipo de la cuadrilla”.
En su local, lucen algunos de los cuadros que adornaron la cuadrilla en el 99, lienzos que tienen un significado especial y que llevaban guardados desde entonces. Un bonito mural fotográfico acompaña a las pinturas, pero lo que más llama la atención son los cachirulos que cuelgan de una de las paredes del local, realizados por los alumnos de sexto de primaria del Colegio Numancia, entre ellos, su hijo, y que llevaron a la cuadrilla junto a sus profesores, en una mañana muy divertida.