La parte principal de las obras estatales en Calatañazor podría concluir en julio

La subdelegada del Gobierno en Soria, Yolanda de Gregorio, ha visitado esta mañana las obras de consolidación y restauración que el Gobierno de España, a través de Patrimonio del Estado, ejecuta en el recinto amurallado de Calatañazor por un importe de 556.000 euros. Está obra se había dividido en dos anualidades puesto que los trabajos se pararon en invierno y se retomaron después de Semana Santa.

De Gregorio, que ha estado acompañada por el alcalde de Calatañazor, Alfredo Pérez, ha podido saber que las previsiones de concluir el grueso de la obra, que se lleva a cabo en la torre del homenaje, indican que finalizará en el mes de julio. También se encontraban en la localidad la directora de obra y el arquitecto redactor del proyecto.

El recinto amurallado se encuentra afectado en su totalidad por la acción de diversos agentes de deterioro, especialmente aquellos relacionados con el adverso clima al que se encuentra sometido el inmueble. En el castillo se actúa principalmente en la torre del homenaje. Allí se realizan obras para el anclaje de la muralla y se aplica hormigón sobre las grietas para evitar desprendimientos. También se actúa en diversos sectores de la muralla hasta realizar tareas de restauración y consolidación de la mayor parte del lienzo que ocupa la zona oeste y norte de esta localidad amurallada.

El conjunto del castillo y las murallas de Calatañazor, monumento de titularidad estatal que pertenece a Patrimonio del Estado, es constante motivo de actuaciones del Gobierno para su conservación y consolidación, la última, con un presupuesto de 60.000 euros, para completar la obra de emergencia que, con un presupuesto de 24.000 euros, se ejecutó a finales de 2011.

Anteriormente, en 2010, tras diversos desprendimientos producidos en la muralla, el Gobierno, esta vez, a través del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, llevó a cabo obras de emergencia por importe de 80.000 euros, consistentes en el desmontado de elementos sueltos y la restauración y estabilización del paño de la muralla, así como una excavación arqueológica para realizar un estudio que permitiera establecer los criterios más adecuados para proteger la construcción.

Fortificada a comienzos del XII

Calatañazor fue fortificada a comienzos del siglo XII, en época de Alfonso I El Batallador, momento al que pertenece la mayor parte del recinto amurallado. La muralla, conservada en gran parte de su perímetro, circundaba toda la villa y se adaptaba al cerro en el que se asienta. Distribuidas por todo el lienzo, y especialmente en los frentes norte y este, se dispusieron ocho torres cilíndricas macizas que sirvieron para el control y vigilancia. El acceso se realizaba por dos puertas y dos portillos, del que sólo se conserva el arco del postigo de la fuente.

La corona de Castilla recuperó la propiedad de Calatañazor en 1303 y vendió la villa al infante don Pedro, quien construyó el castillo como un elemento más para la defensa contra los infantes de la Cerda. A la muerte del hermano del rey, lo hereda su hija.

Después pasó de nuevo a la corona y fue cedido por Enrique II a la familia Fernández Padilla. Esta familia llevó a cabo obras en el castillo, pero ya en el siglo XV.