El Juzgado de lo Penal considera que no pueden acreditarse los hechos, por lo que se les aplica la “presunción de inocencia”.
El Juzgado de lo Penal número 1 de Soria ha absuelto a las cuatro trabajadoras de la guardería pública El Trébol de la capital a las que se acusaba de tratar de manera discriminatoria a niños del centro.
El Juzgado explica en la sentencia, recogida por Europa Press, que "examinada toda la prueba" no pueden acreditarse los hechos de acusación por lo que aplica el principio de "presunción de inocencia" para la absolución de las cuatro trabajadoras implicadas.
El origen de este caso se remonta a verano de 2015 cuando las trabajadoras de prácticas denunciaron estos tratos "discriminatorios", dependiendo de la nacionalidad, condición social o, incluso, el aspecto físico, así como incumplimiento de sus funciones.
Las trabajadoras fueron entonces expedientadas por la Gerencia Territorial de Servicios Sociales y denunciadas por el Ministerio Público al considerar que podrían existir infracciones penales en el comportamiento hacia niños del centro infantil. La Fiscalía solicitaba prisión para todas ellas.
La sentencia recoge ahora que "no consta acreditado" que entre los meses de marzo a junio de 2015 dichas trabajadores "dieran una bofetada a un menor, le golpearan en el hombro y en el culo, le propinaran una colleja que le provocó el golpe en el labio a un menor" o que dijeran frases como "encima van y me han salido tontos". Asimismo, añade que no consta que realizaran prácticas para "forzar a comer" a los menores ni que les "gritaran ni les hicieran vomitar" tampoco que utilizaran "apodos o frases descalificativas".
La resolución añade que tampoco se ha probado que les "zarandearan o empujaran" ni que les "tiraran al suelo" o que les "desatendieran del aseo" así como que utilizaran expresiones "despectivas".
Asimismo, añade la sentencia que no consta que la directora de la guardería "fuera conocedora o consciente de la existencia de ningún tipo de maltrato a menores en la guardería de la que era directora" y que "ninguna de las madres de los menores aprecio lesión alguna, ni ha reclamado ningún perjuicio por esta causa".
En el juicio han prestado declaración siete madres y ninguna de ellas, como revela la sentencia, "ha apreciado signos de maltrato físico o psicológico en sus hijos". Además, han declarado que los niños acudían "contentos", no mostraban "rechazo a las profesoras", que estaban "aseados y limpios" e incluso que les ayudaban en "circunstancias especiales".
La sentencia recoge otros testimonios de trabajadores "cualificados" del propio centro como la psicóloga o el pedagogo y todos ellos sin apreciar conductas ilícitas.
La sentencia se confirma que existía un "mal ambiente laboral, con enfrentamientos personales y profesionales entre las Técnicos encargadas de la educación y cuidado de los menores" hasta el punto que existían "dos bandos" y uno de ellos es el de las seis testigos que "presenciaron" presuntamente las agresiones y malos tratos y que, por lo tanto, sustentan la acusación del Ministerio Fiscal.