Las empresas Fintech, también conocidas como empresas de tecnología financiera, son aquellas que utilizan las nuevas tecnologías con el objetivo de ofrecer servicios de financiación.
Algunas de ellas compiten con las entidades bancarias tradicionales, y lo hacen con éxito, gracias a la comodidad y el bajo coste de su actividad comercial. Se trata de un método financiero alternativo que está consiguiendo consolidarse en el mercado europeo. Cabe destacar que su volumen de negocio del pasado año 2016 alcanzó 5.431 millones de euros, esto significa un 92% más que en 2015. En el caso de España, concretamente, las compañías como MoneyMan, que ponen a disposición del cliente financiación a nivel personal para casos puntuales e inesperados, se ganaron la confianza de muchos clientes.
Casi todos los usuarios de estas plataformas tienen problemas económicos puntuales, es decir, necesitan conseguir una cantidad pequeña de dinero de forma rápida para hacer frente a pagos eventuales como puede ser el incremento inesperado de la cuantía de una factura, el arreglo de un electrodoméstico de uso diario, la reparación de la avería del coche o cualquier otro imprevisto.
El proceso de solicitud y obtención de estos créditos online es muy rápido. Se necesitarán unos 10 minutos para completar los datos que se requieren. Después, la compañía tarda alrededor de 1 minuto en revisar la solicitud y dar una respuesta de aprobación o denegación. En caso de que el crédito haya sido concedido, será transferido a la cuenta bancaria indicada por el cliente en menos de 15 minutos.
En primer lugar, el solicitante debe elegir la cantidad de dinero que necesita para cubrir el gasto inesperado o imprevisto, y revisar con atención cuánto tendrá que devolver en total. Casi todas las páginas webs que ofrecen este tipo de servicios señalan sus comisiones antes de comenzar la petición del minicrédito. Por ejemplo, si se desea solicitar 260 euros en 15 días, habrá que devolver 303 euros. El siguiente paso es rellenar un sencillo formulario con la información personal del usuario: nombre, fecha de nacimiento, DNI o NIE, teléfono móvil y correo electrónico. Acto seguido, el cliente deberá confirmar haber leído las condiciones del préstamo. Después, si el minicrédito ha sido concedido, indicará el número de cuenta bancaria al que quiere que le sea transferido el dinero.
El proceso es mucho más rápido que en las entidades bancarias tradicionales donde puede tardar varios días o, incluso, semanas. Además, tampoco se requiere el mismo papeleo que exigen los bancos habitualmente. De hecho, algunas de las plataformas virtuales permiten solicitar un minicrédito a pesar de pertenecer a una lista de morosos o de no tener nómina.
Solicitar créditos rápidos al instante permite ahorrar mucho tiempo y dolores de cabeza. Para ello solo se requiere tener un dispositivo con acceso a Internet, ser ciudadano de España mayor de 18 años y disponer del documento de identidad en vigor; el último requisito es necesario para que la compañía pueda verificar la identidad del usuario a la hora de conceder el préstamo. Es muy sencillo y mucho más rápido que el método tradicional, da mayor accesibilidad a los préstamos y sigue siendo un método seguro para los clientes.