Tras años de sequía presupuestaria, se esperan la convocatoria de más 250.000 plazas de funcionarios públicos en los próximos 3 años. Esto ha multiplicado el número de personas que se están preparando las oposiciones. “La realidad es que si vas bien preparado la gente acaba sacándose el puesto”, aseguran los profesores.
“La oferta pública de empleo funciona por hornadas, pero todas las décadas tienen dos o tres años muy buenos“. Así define Eduardo Rebollar el ciclo de las oposiciones que ahora se acerca a uno de los momentos de bonanza. Se espera que de aquí a 2.020, se creen miles de puestos de funcionarios y también que muchos de interinos pasen a ser para personal fijo. “En unos 10 años se convocarán un millón de plazas”, asegura Rebollar. Así las cosas, no es de extrañar que muchas personas presten especial interés a esta salida profesional. Eduardo Rebollar es el gerente de Academia Irigoyen, la única especializada en preparar opositores en la provincia, y reconoce que al final del verano se ha incrementado notablemente la gente que acude para pedir información.
Preparar una oposición depende mucho del perfil de la persona y de la plaza a la que se quiere optar, pero Eduardo reconoce dos perfiles. Por un lado están quienes preparan una oposición de perfil bajo y lo compaginan con otros estudios o trabajo, y por el otro los que buscan una plaza de técnico más elevada.
Sin duda la plaza de auxiliar administrativo es la más demanda por los estudiantes sorianos. ¿Por qué? Eduardo las califica como unas oposiciones “bastante cómodas”, solo requieren un nivel de Secundaria, el temario contiene los “temas básicos” que se estudian en otras oposiciones, y la parte de ofimática es más “amena”.
Todo el mundo se ve capaz de sacarse una oposición de auxiliar administrativo, pero “la realidad es distinta”, ya que hay un nivel de competencia altísimo y al final entran los mejores. Además, Eduardo avisa, la tendencia es la reducción de las plazas de la escala baja y el aumento de plazas de la escala alta.
“Se puede sacar una oposición trabajando, te puede llevar más años o más trabajo extra a diario pero la gente se las acaba sacando”, apunta Eduardo. Como él mismo reconoce, “las oposiciones son otra opción y cuando hay plazas la gente entra, entra gente muy buena y otra menos preparada”.
“Todos los parámetros son importantes” a la hora de elegir qué oposición preparar, pues se trata de la decisión fundamental. De hecho, en las academias esta es una de las principales tareas de los formadores. “Realmente salen oposiciones de todo”, indica Eduardo.
Otro de los problemas es la pérdida del hábito de estudio, sobre todo en los opositores a las escalas más bajas. “Nosotros tratamos de darles todo resumido (el temario queda en un cuarto del inicial) y esquematizado”, señala. Por el contrario, en las escalas altas suele ser gente más acostumbrada al estudio, aunque lamenta que, de normal, la gente va preparada con bastante calma. Frente a eso, señala, “la realidad es que si estás bien preparado, la gente aprueba”.
Los éxamenes dependen, nuevamente, de la plaza, pero la mayoría comienzan con un test que hace la función de primer filtro, una prueba práctica, física o informática, según el caso y en las escalas más altas un examen oral. Lo que popularmente se conoce como “cantar un tema”, y a lo que más miedo tienen la mayoría de los alumnos.
La constancia, el estudio y la ayuda de un preparador son las 3 claves para que el opositor logre su objetivo. “No te puedes preparar una oposición en 3 ó 4 meses. Tienes que estar preparado para cuando venga la oportunidad”, concluye Eduardo Rebollar.
Son decenas de alumnos los que acuden a pedir información a Academia Irigoyen cada vez que se convocan plazas. Como referente provincial, actualmente se preparan oposiciones en sus aulas más de la mitad de sus 150 alumnos (el resto reciben apoyo escolar o universitario), y el perfil varía en función de la plaza. “Cuanto más alto es el nivel de la oposición, más gente joven y con más estudios”, relata Eduardo.
“En estos 36 años nosotros hemos aprobado a miles de personas como auxiliares administrativos”, presume. Hace años la academia contaba con 5 profesores y todos daban auxiliar administrativo. Ahora la cosa ha cambiado, y la oferta en la academia se ha multiplicado. Eduardo define su premisa: “Si nosotros tenemos un buen profesor vamos a ofrecer esa oposición”. Con entre 12 y 15 profesores especializados diferentes preparan a un amplio abanico de estudiantes. Lo normal es que en una oposición actúen entre 2 y 4 profesores diferentes. Actualmente la oferta incluye desde auxiliar administrativo, magisterio o auxiliar de enfermería, hasta agente de Hacienda pública, pasando por policías y guardias civiles. El volumen de las clases también depende de la oposición, las más bajas suelen dar clase 2 horas en semana, con un coste de 50€ al mes, mientras otras, más intensivas, con más de 7 horas semanales y un precio de 190€. Eduardo lo tiene muy claro, “merece la pena intentarlo y hay que hacer un esfuerzo”, ya que “el premio puede ser muy gordo”