La soriana Mara Row lleva toda la vida dedicada a la música, aunque estudió diseño gráfico “por si acaso”. A los 11 años ya componía canciones, pero es ahora cuando considera que está encontrando su estilo propio. Ha vivido en Madrid y México, país al que tiene pensado volver y al que tiene un enorme cariño; pero de momento está en Soria componiendo nuevas canciones y haciendo lo que le gusta.
P: ¿Cómo definirías tu música?
R: Ahora mismo estoy en una etapa nueva que se centra más en el bolero e incluso en la música tradicional mexicana que, al haber estado allí, sin querer, me he empapado de eso, y a la hora de componer y de querer sacar melodías salen cosas así. Las canciones que estoy componiendo tienen ese parecer, aunque luego puedan tener ciertos toques de pop, pero ahora mismo tiene mucha raíz por esa parte, y en las versiones elijo canciones que me hacen sentir algo y casi todas son así. La Cuba de los años 50 o el México de Frida Kalho y Chavelas Vargas.
P: Te has ido a los grandes, la Cuba de los 50, Chavela Vargas…
R: Hay que tener referentes buenos, a lo pequeño no se va uno.
P: ¿ En qué momento de tu carrera consideras que estás?
R: A nivel personal creo que estoy encontrando mi estilo, es un camino largo. Pero nunca se termina de andar, digamos que estoy en el principio del camino correcto.
P: ¿Quién compone las canciones?
R: Hay de todo. Canciones que compongo yo y que hacemos entre todos. Pero aún así todos los músicos que me rodean me ayudan, porque son músicos con estudios superiores y yo no tengo, es puramente intuitivo. Me dejo guiar un poco por ellos, pero la verdad es que tampoco mucho, siempre sin que me cambien la esencia. Además, ellos vienen con propuestas y para las versiones siempre cogemos grandes temas. En un futuro espero que haya más temas propios, pero para la gente también es más fácil escuchar canciones que reconocen. Está bien la fórmula de variar con temas propios y versiones.
P: ¿Cómo se empieza, cómo se compone una canción?
R: Seguramente cada uno tendrá un proceso. Pero yo, toda la vida, desde que empecé con 11 o 12 años, como se me olvidaban las melodías que se me ocurrían, las grababa en un programa con un micrófono en el ordenador. Después, con las melodías y las palabras que iban saliendo, casi sin pensar, sin sentido, la melodía se quedaba y sobre eso escribías. Hasta poco más de los 20 años me salían letras con mucha facilidad, ahora me cuesta más.
P: ¿Por qué?
R: Creo que será por eso que dicen que se es más creativo a edades más tempranas. No sé si después tenemos más miedo a lo que vaya a decir la gente, piensas que lo van a escuchar los demás. Cuando eres más pequeño lo escribes y te da lo mismo. Ahora me lo planteo mucho más.
P: Ahora tenemos la piel muy fina y muy poquita cintura, ¿se nota esa presión a la hora de componer? ¿Existe algo de miedo?
R: Efectivamente. Te pones a pensar y dices: ya no sé qué puedo decir. Pero además yo hablo de cosas personales, íntimas, no me meto con nada. Personalmente no me ha pasado, pero viendo lo que ves fuera no te atreves a nada.
P: ¿Es tan importante lo que diga una canción como para definir el comportamiento de una sociedad?
R: Creo que es importante lo que una sociedad escucha para definirla. Eres lo que escuchas, sí que te define. Pero puede ser que el problema no es que se haga determinado tipo de música, sino que quizá hay música que define a un tipo de sociedad que no nos gusta.
P: ¿En Soria hay mucho interés por la música?
R: Yo creo que, al menos, hay interés por aprender música. Y al aprender y tener ese interés aprendes a valorar también una nota, un trompetista. Puede ser que vayamos mejorando y aquí en Soria estemos bien.
P: ¿Por qué volviste de México?
R: Habíamos creado un proyecto, habíamos hecho canciones, un vídeo y sentí que se cerraba una época. Son sensaciones, sentía que tenía que volver a casa, que de momento, había cerrado un ciclo. Tenía que volver aquí a formarme de otra manera, a mover lo que había hecho para poder volver allí de nuevo, con un proyecto más delimitado, y moverlo con la gente con la que hice las cosas. Para poder hacer esto, allí estaba más limitada porque estás sin trabajar o trabajando poco, y tienes que pagar los mismos gastos. Para ese momento de creación vine a casa, para definir mejor las cosas. Pero volveré, supongo, sobre todo ahora, llevo un par de días mirando vuelos y viéndolo todo.
P: El terremoto duele
R: Quiero ir allí y quiero estar allí. (Se emociona) Duele mucho por ver cómo está todo, el barrio dónde vivía, toda la gente que no puede ni trabajar. Todo el mundo está en la calle colaborando. Toda mi calle se ha venido abajo y es bastante abrumador. Cuando sientes que un país te ha dado tanto a nivel artístico y tienes tantos amigos, te pesa no estar allí en estos momentos. Para desarrollar el proyecto o para ayudar, para lo que sea.
P: ¿Por qué México?
R: No había ido nunca. Estaba harta de Madrid, había llegado el momento de irme, me llamaba mucho México y un día apareció un vuelo a Cancún y me lo pensé poco. Me la jugué y me fui allí en un par de meses. Grabé un disco en ese corto lapsus de tiempo, y lo presenté un día antes de irme para allá con mi disco, con idea de moverlo por allí. Probé suerte, conocí gente, hice cosas nuevas y me vino bien. Era un reto ir como cantante y conseguir que me fueran conociendo un poquito.
P:¿Siempre te guías por el instinto?
R: Sí, siempre me baso en las sensaciones que tengo y no me suele fallar. Luego me lo pienso un poco, pero poco, la verdad. Con la intuición voy bien a todos los sitios y creo que voy bien encaminada haciéndole caso y que cada vez me irá un poco mejor.
P: ¿Puedes vivir de la música, o tienes que tirar del diseño?
R: Hay épocas, en verano por ejemplo bien. Pero en invierno igual tienes que echar mano del diseño (gráfico). Es un mundo muy inestable la música. Un día tienes mucho, pero luego en dos meses igual no tienes nada.
P: ¿Cómo se hace para pasar de un sitio como México DF a Soria? ¿Cómo se lleva?
R: No es una sensación de poca gente o poco perímetro. Depende de las cosas que tengas que hacer. En el DF te limitaban cosas como la distancia, el no poder salir sola, no poder ir por determinadas calles y, al venir aquí y poder hacer todo con tanta libertad, no me agobiaba. Además veía esta ciudad tremenda a nivel cultural. Hay de todo, siempre hay actividades de bastante calidad en esta ciudad, aunque sea pequeña. Para mi, Soria es una ciudad inagotable, por eso creo que no tengo esa sensación.
P: ¿Te gusta Soria? Da la sensación de que la llevas dentro.
R: Ahora me gusta más que antes. Seguramente porque ahora la valoro más. Aunque me gusta pensar que mi estancia siempre va a ser temporal. Lo exprimes todo mucho más, y te vas dando cuenta de que es una ciudad donde puedes estar bien. Cuando vivía en México siempre me molestaba en que todo el mundo que conocía supiera dónde estaba Soria, no me conformaba con que supieran que era de España. Siempre he llevado Soria por bandera allí donde haya estado.
P: ¿Es posible desarrollar una carrera musical aquí?
R: Lo que tiene el tema de la música es que como te mueves mucho y necesitas tener una base, aquí se puede. De hecho tener aquí la sede general está muy bien por la tranquilidad, aunque hay un problema principal y es que no hay salas de ensayo. A pesar de eso, estar aquí con los músicos y luego salir a tocar es perfecto. Al menos para mí.
P: ¿Soria le aporta algo a tu música?
R: Sí, siempre tiras de lo que estás viviendo y las sensaciones que tienes aquí. Ahora que viene el frío te apetece mucho más estar en casa y quizá se compone mejor. Porque el calor anima más a salir a la calle. Cuando estuve viviendo en el Caribe, al final no hacía nada, por eso el frío viene bien.
P: ¿Cuáles son los planes de futuro?
R: De forma inmediata vamos a grabar alguno de los temas nuevos y hacer conciertos con las cosas nuevas, para que se vaya viendo un poco el camino por el que voy ahora. Seguir haciendo lo que me gusta, transmitiendo lo que canto y que la gente lo disfrute. No tengo una meta muy clara, muy definida, sino poco a poco ir viendo. Aunque sí tengo una cosa clara, me encantaría tocar en la Audiencia.
P: ¿Echas algo de menos en Soria?
R: La comida tailandesa. Es una tontería pero es lo único que me falta. Lo demás no lo echo en falta, solo eso.