El abuso del alcohol es un importante enemigo de la salud, pese a que ya en la Edad Media se creía que los monjes vivían más tiempo que las demás personas, entre otros factores, gracias a la ingesta regular de vino. Estudios recientes defienden la tesis que postula que el vino, y muy especialmente el vino tinto, no sólo no afecta negativamente a la salud, sino que puede aportar abundantes beneficios al cuerpo humano.
Por supuesto la clave está en la cantidad. Según diversas y prestigiosas universidades tanto americanas como europeas, parece que una o dos copas de vino tinto al día ayudan a nuestro organismo de diversos modos. ¿Por qué especialmente el vino tinto? La uva tinta contiene polifenoles en mayor cantidad que la uva blanca.
Estos compuestos, que las plantas sintetizan para protegerse de las agresiones externas, pasan a nuestro organismo cuando ingerimos vino. El más popular de dichos polifenoles es el resveratrol, una sustancia química presente en la piel de la uva tinta, que ha demostrado un importante poder antioxidante que ayuda al rejuvenecimiento de las células; tanto es así, que ya se vende como complemento nutricional.
Pese a su poder calórico, mayor cuanto más alcohol y azúcar, parece también que el vino tinto reduce el colesterol y, consecuentemente, el riesgo de infartos; disminuye el riesgo de diabetes, así como la presión arterial y, por si fuera poco, su ingesta moderada libera endorfinas, lo cual ayuda enormemente a nuestra relajación y mejora nuestro estado de ánimo.
Del mismo modo, el vino contribuye a reducir los efectos perjudiciales de la radiación ultravioleta, según demuestra un estudio de la Universidad de Barcelona, publicado en la revista de Alimentos y Química Agrícola.
Los investigadores concluyeron que los flavonoides, que se encuentran en el vino y las uvas, impiden la formación de especies reactivas de oxígeno en la piel expuesta al sol.
Otras investigaciones ponen de manifiesto también que el consumo moderado de vino ayuda a prevenir la demencia. Así lo afirman investigadores del Loyola University Medical Center.
El estudio, llevado a cabo en 19 países, concluye que el resveratrol reduce la viscosidad de las plaquetas de la sangre, lo que ayuda a mantener los vasos sanguíneos abiertos y flexibles, permitiendo un mejor riego de sangre en el cerebro. .
Edward J. Neafsey, investigador principal de este estudio, explica que los consumidores moderados de vino tinto mostraban un 23% menos de posibilidades de desarrollar demencia en comparación con las personas que rara vez o nunca lo habían consumido.
Para Vinissimus, el eCommerce líder en Europa en venta de vino español online, el vino fue y será siempre un pilar fundamental de la mundialmente alabada dieta mediterránea y, cada vez más, las evidencias científicas corroboran con más fuerza dicha teoría. Así que ya saben, si quieren vivir más y mejor, una copa de buen vino tinto puede ser la solución.