Enfoque. El profesor titular de Economía Pública en la Universidad de Alcalá repasa lo acontecido con la despoblación en España y Soria, tema central de la I Feria Internacional de la Despoblación, que se desarbolará en El Hueco a partir del 10 de noviembre.
Alain Cuenca, profesor titular de Economía Pública en la Universidad de Alcalá, considera que con "medidas fiscales no vamos a conseguir nada" para frenar la despoblación. "Lo que hay que hacer es tomar medidas por el lado del gasto y los servicios públicos", valora el profesor de la Universidad de Alcalá. "Sevicios públicos, no menos impuestos", matiza. "Si la gente no quiere vivir en pueblos pequeños lo que hay que hacer es mejorar la vida allí", deja caer Cuenca. Lo que analiza el profesor de Economía Pública quedará arraigado en la I Feria Internacional de la Despoblación que se realizará en El Hueco (Soria) a partir del próximo viernes 10 de noviembre.
Pregunta: ¿Qué es lo que se puede hacer desde la fiscalidad por la despoblación?
Respuesta: Con medidas fiscales no vamos a conseguir nada. No conozco experiencias de este tipo de medidas que hayan tenido éxito en arraigar la población. Los impuestos deben ser neutrales al comportamiento de los agentes, y lo que hay que hacer es tomar medidas por el lado del gasto y los servicios públicos, porque es un error pensar que, por ejemplo, determinadas ayudas a la vivienda para jóvenes cuyo impacto real es cero o tendiendo a cero puede ayudar; si alguien las utiliza es porque, de todos modos, iba a instalarse en ese sitio.
No cambian el comportamiento. Pero hay que preguntarse de qué manera podemos hacer que la vida en zonas menos pobladas sea de mejor calidad, y para eso necesitamos servicios públicos no menos impuestos. Las medidas fiscales tendrían que ser muy cuantiosas y, de haciéndolo así, sólo se crearía fraude. La gente se instalaría fiscalmente, pero no viviría realmente. Si la gente no quiere vivir en pueblos pequeños lo que hay que hacer es mejorar la vida allí, que sea posible tener internet a velocidad razonable, carreteras, servicios sanitarios.
P: ¿Es necesario que la sociedad tome conciencia o que lo hagan las administraciones?
R: Las administraciones son conscientes de que hay problemas para la calidad de vida, y se trata de igualar el acceso a los servicios públicos, aunque es imposible que sea el mismo que en las grandes ciudades. La despoblación es una realidad que las administraciones públicas están afrontando, y no es cierto que haya una parte de España que esté abandonada.
P: ¿Por dónde empezar?
R: La despoblación en sí no es un problema, es una realidad que hay que intentar paliar, pero no es posible obligar a la gente a vivir donde no quiere vivir. Tenemos que hacer que las personas que vivan en sus territorios tengan la misma calidad de vida que los de las grandes ciudades, para que los que están tengan oportunidades si quieren quedarse. Quizá así no conseguiremos una gran repoblación, pero sí que no mueran pueblos. El objetivo debe ser pensar en las personas que viven, o quieren vivir, tratando de que la vida no sea tan desigual con las grandes urbes.