Asden denuncia la degradación del Cañón del Val por espumas en el río

Los ecologistas de Asden han puesto el foco este viernes en la situación del Cañón del Río Val, en Ágreda. Según este colectivo, hasta ahora la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), como administración competente en el control de la calidad del agua y conservación de los ríos, comunicaba que las espumas visibles en el cauce “eran un problema de entrada de aguas limpias a los colectores de residuales que impedían el correcto funcionamiento” de la estación depuradora de aguas (EDAR).

Las instalaciones se ubican en el paraje de Plazarín, cerca de la N-122, de camino hacia la comunidad aragonesa en una situación que afecta “gravemente” al entorno turístico de esta zona, por la “defectuosa depuradora”

Para los ecologistas “contradictoriamente y según aparece en varios medios de comunicación de Soria”, la CHE “cambia su versión e informa que el problema es la EDAR, que no está dimensionada para depurar las aguas de las industrias de los polígonos de Ágreda y Ólvega”. En tal sentido, en Asden afirman que el Ayuntamiento agredeño se manifiesta en este mismo sentido en ante “sospechas de posibles vertidos de industrias de la localidad vecina al colector de la EDAR, que está compartida por los dos municipios.

“El Ayuntamiento de Ólvega es conocedor de que hay empresas del polígono industrial que han vertido al colector de aguas pluviales, diferente al de residuales que va a la EDAR, incumpliendo la autorización de vertido y contaminando finalmente el arroyo de los Caños”. Un cauce que aguas abajo da lugar al río Val.

Para los ecologistas, estos vertidos que se han prolongado durante “muchos meses” ante lo que consideran “inacción” del ayuntamiento agredeño de este ayuntamiento y de su empresa concesionaria, lo cual “respalda las sospechas manifestadas por el alcalde de Ágreda al respecto de vertidos industriales e irregulares al colector de residuales”.

Para los ecologistas, la EDAR debería contribuir a cumplir con los objetivos establecidos en la Directiva Marco del Agua europea (DMA) de conseguir que el río Val tuviera la calificación de “masa de agua en buen estado de conservación”. Sin embargo, los denunciantes consideran el Val es “un río muerto, sin flora acuática, ni peces ni macroinvertebrados”.

De igual modo, los ecologistas han asegurado que “oficialmente” la CHE lo califica como “estado de conservación peor que bueno” y también como “estado ecológico moderado”. A ello añaden que aunque en estos días el organismo de cuenca reconoce que el embalse de El Val, en la localidad zaragozana de Los Fayos, “es el más contaminado de la cuenca del Ebro”, pese a que gran parte de las aguas que acoge proceden del caudal de Queiles, río en el que “supuestamente sí son limpias”.