Alice en el Monte de las maravillas

Si Alicia era la niña de los ojos de Lewis Carroll, Alice Aprot es la espigada mujer keniata del monte mágico de Valonsadero, “la cuna del atletismo soriano”, según el bicampeón de Maratón Abel Antón, que fue uno de los padrinos de lujo del XXIV Campo a Través Internacional de Soria. Lo cierto es que África coloniza temporada a temporada la pradera de Valonsadero. La hace suya. Aprot, con un tiempo de 26 minutos y 34 segundos, extendió su sombra por segundo curso seguido. Victoria cómoda. El primer escalón del podio ya le tenía reservado su nombre en el Absoluto Femenino. No falló. Y de Kenia a Uganda, porque dos gacelas de ese país se disputaron, hasta la cuarta vuelta, el Absoluto Masculuno. A modo de Juego de Tronos, el príncipe heredó la posición del rey. Jacop Kimplimo, actual campeón mundial Júnior de cross, destronó a Timotthy Toroitich, quien se tuvo que conformar con la segunda posición, después de tres títulos consecutivos en Valonsadero.

Una vuelta le costó a Alice Aprot asumir el mando del Absoluto Femenina. Y de ahí, a consumar su leyenda en Soria. A partir de la segunda vuelta, la keniata, subcampeona mundial en Kampala y cuarta clasificada en las Olimpiadas de Río, iba sola. "Flotaba", como recordó el 'speaker'. Las zancadas, el trote, la resistencia y la solvencia de Aprot, vestida de verde en sintonía con el paraje, le permitieron hacer historia sobre la historia. Se convirtió en la primera atleta extranjera que revalida el título de forma consecutiva. María José Pérez, la atleta del València Esports, despertó la reacción de la africana. La española, tercera en la general, lideró la primera vuelta. Hasta ahí. Aprot empezó a tirar en solitario, enfilada hasta ganar en los 8.000 metros. La remontada de Nuria Lugueros la elevó hasta la segunda posición de la general. Dos españolas escoltaron a la reina de Kenia en el podio.

La tristeza de Marta Pérez

Desfondada, derrumbada. Marta Pérez se tumbó, envuelta de lágrimas, unos centímetros más allá de la línea de meta. Estaba desolada. A su dorsal 100 hubo que quitarle un cero. La mediofondista soriana fue décima en la general. "Suena mal decirlo en mi casa, pero la carrera ha sido horrorosa. Desde el kilómetro cinco he sido incapaz de mantener el ritmo", se lamentaba la soriana. "Solo quería parar ya", matizaba. No fue el día de la mediofondista de Soria, que desahogó su frustración con lágrimas. En Burgos (el Cross de Atapuerca) le salió "mucho mejor". Sopesa la idea de pasar por Alcobendas para coger su plaza hacia Samorin: "Si quiero clasificarme para el Europeo, deberé ir a Alcobendas porque hoy me ha salido muy mal", argumentaba. No pudo cerrar su clasificación y no sabe si la podrá cerrar finalmente. "Alcobendas no sé si me interesa. Es una prueba para fondistas...", dejaba caer.

Un príncipe que asciende a rey y un Embajador

De promesa a hito. Jacob Kiplimo se lo puso difícil, hasta amargarle los 10.000 metros, a Timotthy Toroitich. Los dos ugandeses tiraron del carro en el Absoluto Masculino. Dos balos que se dispararon desde el primer momento. Pegados a ellos, otra camada africana: Saget, Rono y Haileselassie. Al mejor de cinco vueltas. En las tres primeras, el alumno fue cobrándose ventaja sobre el maestro. A fuego lento. En la cuarta, Kiplimo rompió la baraja. Se desmarcó de Toroitich en los “kilómetros de la muerte”, anunciaban desde megafonía. Última vuelta en la que Kiplimo apretó más y se acabó de sacudir al vigente campeón. Un diamante en bruto acabó por reventar la cinta de la línea de meta. Relevo generacional en Soria. El podio lo completó Justus Saget.

En materia nacional, sonó la flauta. El Embajador de Almazán, aquel que “vende Soria y conquista corazones”, según el ‘speaker’, tiene los dos pies en el Europeo de Cross que se disputará el próximo 10 de diciembre en Samorin (Eslovaquia). El soriano Dani Mateo, mejor atleta español del XXIV Campo a Través, se doctoró con un ‘carrerón’ estelar, propio de ese atleta que se deja cada añico de su espíritu en cada entrenamiento, minuto y segundo. Entró con su compañero de equipo, Ayad Lamdassen, al que le dio las “gracias” por aquel mano a mano tan cómplice. El sufrimiento de Mateo tiene premio: directo a Samorin. “Cuando entrenas mucho y bien, las cosas salen. Hemos refrendado la actuación de la semana pasada (Atapuerca)”, manifestaba el adnamantino. “Ahora, con billete para el Europeo, a entrenar porque con estas circunstancias se puede hacer muy bien”, alegaba exhausto sobre lo que puede ocurrir en Eslovaquia.

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