Están a la espera de los análisis de sangre recogida en el lugar de los hechos tras durante una batida de jabalí.
La Fundación Oso Pardo ha anunciado que se personará en el caso del oso pardo disparado en una cacería de jabalí en Palencia si los análisis de la sangre recogida en el lugar de los hechos corroboran que se trata de un plantígrado.
La Fundación, en un comunicado recogido por Europa Press, ha señalado que ya prepara su personación en el procedimiento legal que pueda derivarse, sea administrativo o penal, en el caso de que el resultado corrobore que se trata de un oso, especie en peligro de extinción.
Si se confirmasen estas sospechas, a lo que apuntan todos los indicios, "la gravedad de lo sucedido exige aplicar con urgencia y rigor la normativa protectora de esta especie en peligro de extinción", ha señalado la organización, que ha recordado que la actividad cinegética en zonas oseras debe desarrollarse con las "mayores precauciones" y los cazadores tienen que observar "seriamente" las recomendaciones asociadas a la presencia de osos.
En la tarde del sábado 18 los celadores de medio ambiente de la Junta de Castilla y León detuvieron una cacería de jabalí que se desarrollaba en el Parque Natural de la Montaña Palentina al detectar que podría haber resultado herido un oso.
Desde dos puestos de caza próximos se efectuaron dos disparos con un intervalo de pocos segundos y del lugar salió huyendo un oso. El celador que lo observó detuvo la cacería y al acercarse al lugar donde fue avistado el oso encontró un rastro de sangre, ha explicado la Fundación.
El domingo 19 se organizó un dispositivo de búsqueda coordinado por técnicos de la Junta en el que se emplearon perros adiestrados en seguir rastros de sangre y en el que participaron celadores y agentes medioambientales de la Junta, Guardia Civil y miembros de la Fundación Patrimonio Natural y de la Fundación Oso Pardo. El rastreo concluyó sin localizar al oso y operaciones similares se desarrollarán en los próximos días.
La Guardia Civil se ha encargado de las investigaciones sobre los hechos ocurridos el sábado y tratará de determinar las circunstancias en que estos se produjeron, especialmente si se adoptaron todas las garantías necesarias y se trató de un accidente, o bien se produjo una negligencia temeraria al disparar sin identificar la pieza, o incluso si hubo dolo, es decir, si se realizaron los disparos aun sabiendo que se trataba de un oso, lo que derivaría en un procedimiento penal. Las autoridades tienen perfectamente identificados a los dos cazadores autores de los disparos.
En este sentido, a Fundación ha vuelto a hacer hincapié en la necesidad de que el colectivo de cazadores extreme las precauciones en zonas con presencia de oso y ha recordado que su labor de concienciación con este colectivo es continua a través de reuniones, charlas y la elaboración y distribución de folletos y publicaciones para minimizar cualquier confusión entre osos y jabalíes durante las cacerías y para que los cazadores conozcan las precauciones que hay que adoptar cuando se caza en una zona con osos.
La Montaña Palentina forma parte de la subpoblación oriental de osos cantábricos, en donde la evolución de la especie es positiva con seis osas con crías del año contabilizadas en el último censo de 2016. Al incremento progresivo del censo hay que sumar la mejora de su variabilidad genética gracias a la conexión de las dos subpoblaciones cantábricas después de muchos años de aislamiento.
"Por eso, con mayor razón, es imperativo que no se repitan hechos graves como los ocurridos el sábado pasado, pues ponen en peligro la recuperación de esta especie, que está costando mucho esfuerzo al conjunto de la sociedad", ha añadido la Fundación.