Exigen que sea el Sacyl quien denuncie las agresiones a sanitarios

El sindicato de enfermería, SATSE de Castilla y León ha exigido hoy viernes a la Consejería de Sanidad que sea directamente la Administración sanitaria la que denuncie al agresor en los casos de agresión a un profesional sanitario en los centros dependientes de Sacyl en la Comunidad.

Ante la reunión hoy viernes del Observatorio sobre Agresiones a profesionales sanitarios de la Comunidad, en la organización sindical insiste en que una de las cuestiones que preocupan es que los profesionales se ven obligados a ser ellos los que denuncien la agresión que sufren en los centros sanitarios donde trabajan y aunque Sacyl les ofrece la asistencia jurídica, debe ser la propia Administración sanitaria la que presente directamente la denuncia por la agresión.

“Esto animaría”, según afirman, “a denunciar a más profesionales que puedan sufrir algún tipo de agresión en su centro de trabajo, porque, de hecho, la propia Consejería de Sanidad reconoce que aún un número importante de profesionales no comunican ni registran la agresión”.

Por ello han demandado también que exista una mayor vigilancia en los centros sanitarios para que estos hechos no se produzcan, a la vez que consideran como “negativos” los datos aportados por el Observatorio de Agresiones, que indican que ha habido “un aumento de las agresiones durante este año 2017 hasta alcanzar las 273 en los hospitales”.

Un total de 463 trabajadores de los centros sanitarios públicos de Castilla y León fueron agredidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2017, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad. De estos, 397 –el 85 %- fueron mujeres y 66 hombres; y por categorías profesionales 175 eran médicos, 150 profesionales de enfermería, 78 técnicos auxiliares de enfermería, 14 celadores y 46 otro tipo de personal.

En la organización sindical han resaltado que han crecido las agresiones a las mujeres y concretamente a las enfermeras y el lugar donde más se producen es Psiquiatría, pero hay también un repunte en las agresiones en Urgencias y Atención Primaria.

Así, consideran que estos datos deberían ir reduciéndose, “algo que no sucede, sino todo lo contrario, por lo que exige a la Administración sanitaria una mayor implicación en este asunto para tratar de atajar el problema”.