Cuando el sorteo de Copa emparejó al Numancia con el Real Madrid, un nombre iluminó la mente y los recuerdos de todos los aficionados rojillos; Rosu, Laurentiu Rosu. Él, ‘el rumano de Rumanía’, fue el artífice de la única victoria del equipo numantino ante los blancos con un soberbio hat-trick. Soria Noticias charla en primicia con él.
Soria Noticias: Soria y el CD Numancia guardan buenos recuerdos de Laurentiu Rosu. ¿Usted echa de menos a Soria y al club?
Laurentiu Rosu: Claro. Después de dejar el Numancia, he tomado las oportunidades que he tenido para volver a Soria. Guardo amigos ahí. Lo que pasa es que hay mucha distancia de por medio. Muchos kilómetros entre Huelva y Soria (se ríe). Ahí, en Soria, hay amigos que me reciben sin problemas en su casa. Están contentos cuando me ven. Y nosotros igual (familia). Mis niñas son sorianas.
SN: Entonces, Soria le dio vida futbolística y le premió con más vidas.
LR: Tuvimos cuatro años muy bonitos ahí. Con algunos momentos de sufrimiento, claro. Bajamos a Segunda. Algunas veces, las cosas no fueron bien. Pero estuvimos muy bien en Soria. Me quedo con los momentos bonitos: las niñas nacieron allí, el partido contra el Real Madrid y el ascenso a Primera.
SN: ¿Por qué decidió apostar por el Numancia y por Soria?
LR: Llevaba siete años en el Steaua de Bucarest, desde los 17 años. Quería cambiar de sitio e ir a una liga más fuerte. Quería progresar. Decidí en aquel momento que la primera opción que se me ofreciese, la cogería. El Numancia fue el equipo que apostó fuerte por mí. Vine al Numancia porque yo quería jugar en la Primera división española. El Numancia me dio esa oportunidad.
La gente nos acogió muy bien en Soria
SN: Sin pensárselo dos veces…
LR: El frío de Soria no fue un problema. Estoy acostumbrado a Rumanía. Noté un cambio respecto a la población. Yo jugué en el Steaua de Bucarest, en una capital de 3.500.000 millones de habitantes, y llegué a Soria, que tendría unos 35.000 habitantes (se ríe). Fue un cambio, aunque estuvimos muy bien. La gente nos acogió muy bien en Soria.
SN: Cuatro años estuvo en el Numancia. Una temporada en Primera y tres en Segunda. Se marchó dejando al equipo otra vez en Primera (2003-04).
LR: En el Steaua de Bucarest jugué a un gran nivel. He tenido otras temporadas importantes como futbolista. Eso sí, fue algo nuevo para mí: tuve la oportunidad de debutar en la Primera división de España con el Numancia. Fue muy bonito. Metí ocho goles con aquel Numancia de Primera. Estaba muy bien. Me hubiese gustado seguir en Primera, pero no tuvimos los resultados esperados y acabamos bajando a Segunda. Luego, ascendimos otra vez y Quique Hernández, quien se fue al ‘Recre’ tras ascender a aquel Numancia, me llamó y me dijo que tenía un proyecto interesante. Quería a subir a Primera con el Recreativo de Huelva. Tuve una buena relación con él mientras estuvo en Soria y decidí irme con Hernández a Huelva.
SN: Y le salió bien esa jugada. El Numancia acabaría descendido en la temporada 2004-05 y el Recreativo, que ascendió el mismo curso en el que bajó el bloque soriano, se mantendría, en su mayor esplendor, varios años en Primera.
LR: Pensé en aquel momento que el Numancia, un equipo que ha demostrado que puede jugar en Primera, tenía muy difícil mantenerse. Vi más cerca el ascenso con el Recreativo, que la permanencia con el Numancia en Primera. Llevaba en Soria cuatro años y les dije que quería cambiar de aires. Buscar otras cosas interesantes.
SN: ¿Le cerró el Numancia las puertas alguna vez?, ¿Le intentó retener?
LR: Sí. Antes de llegar a Soria, yo firmo por el Numancia, que pagó una cláusula de 1.200.000 dólares en el año 2000. Antes llegar a Soria, para afrontar la pretemporada, jugué la Eurocopa 2000 con Rumanía. Mientras se disputaba ese campeonato, el Espanyol de Paco Flores buscaba un interior izquierdo. Me querían fichar. Quisieron pagar mi cláusula.
SN: ¿Qué pasó?
LR: No sé cuál es la verdad, pero escuché que el Numancia le exigió al Espanyol tres veces más de lo que habían pagado por mí. No me dejaron ir. Al año siguiente, cuando metí los ocho goles con el equipo, además del hat-trick al Madrid, el Espanyol volvió a por mí. Otros equipos también llamaron a las puertas. El Numancia seguía pidiendo lo mismo. Tampoco me dejaron salir. Me quedé y cumplí con el contrato. El último año salió muy bien: subimos a Primera.
SN: A día de hoy, usted sigue siendo referencia en la historia numantina. Segundo jugador extranjero con más partidos disputados en el club, 133, y el máximo goleador foráneo con 29 tantos.
LR: Es un orgullo. Todavía me hubiese gustado jugar más. En aquel momento, decidí irme, pero pasé momentos muy bonitos con el Numancia. Durante el último año, muy bueno, formamos un grupo que permaneció unido. Eso desencadenó en amistades entre nosotros. Por eso obtuvimos aquellos resultados y pudimos subir a Primera otra vez, tras ganar muchos partidos. A los amigos de aquel grupo los conservo. Son recuerdos bonitos.
SN: ¿Qué le viene a la cabeza cuando rememora su estancia en Los Pajaritos?, ¿Cómo le trataba el público soriano?
LR: Estaba muy cómodo jugando allí. Notaba ese afecto de la afición hacia mí. Daba igual cuando jugase o cuando saliese al campo. Yo notaba esa energía positiva que me transmitía la afición Me gustaría poder entrenar algún día al Numancia y estar en el banquillo. Ya veremos: el tiempo lo dirá. Yo quiero llegar a entrenar algún día ahí y devolver a esta afición el cariño que me dio. Entrenar con el Numancia al máximo nivel.
En el Numancia me dejé la piel
SN: Muchos niños nacidos después del año 2000 no vieron jugar a Laurentiu Rosu en ese Numancia de Primera. Lo conocerán de oídas, por lo que les habrán trasmitido los padres. ¿Qué fue Rosu para el Numancia?
LR: En todos los equipos en los que he estado, he intentado dejar mi huella. Hacer algo por ese equipo. En el Numancia me dejé la piel en el campo. Intenté darlo todo porque eso, luego, conlleva a un respeto. Has de ganártelo. Me alegro de haber dejado algo importante en el Numancia.
SN: Después, colgó las botas tras su paso por Andalucía (Recreativo y Cádiz). Cerró su etapa como futbolista en España. Y sigue vinculado a ese país.
LR: Después del Numancia, a Huelva. En los dos últimos años como futbolista, tuve problemas en la rodilla, Me quedé sin cartílago en una parte de la articulación. Sigo padeciendo artrosis desde entonces. Jugaba en el ‘Recre’, y con la selección de Rumanía nos clasificamos para la Eurocopa 2008. La rodilla no me permitió seguir. No podía. Fue un alivio no jugar más. Me quedé aquí (Huelva) porque las niñas tenían el colegio aquí. Ahora están en el instituto. Compramos una casa y nos quedamos. El clima es muy bueno. La gente onubense me aprecia mucho, igual que en Soria. La experiencia en el fútbol español fue muy buena: dos ascensos con el Numancia y el ‘Recre’, respectivamente, a Primera y otro con el Cádiz a Segunda. Me hubiese gustado jugar en algún equipo de Primera más grande. Pasaron los años…
SN: Vive a caballo entre Huelva y Rumanía, entrena al Mioveni de la Segunda rumana... ¿Cómo le va?
LR: Ahora estamos en la novena posición. Acabo de aterrizar ahí. Llevo tres semanas. Estamos intentando mejorar la plantilla, de cara a hacer un equipo competitivo para que el año que viene podamos ascender. En estos momentos me encuentro de vacaciones.
SN: Además, desde 2009, cuando su rodilla le dijo basta, usted ha estado vinculado no solo con España, sino con entrenadores españoles, o futbolistas que pasaron por la liga española, en los banquillos.
LR: En el FC Vaslui de Rumanía estuve de segundo entrenador con Juan Ramón López Caro en 2010. Ese equipo desapareció porque el presidente no quiso invertir más. Con el FC Petrolul ganamos una Copa. Yo estaba entonces en el equipo con Cosmin Contra. En el Steaua de Bucarest (2014) estuve de segundo entrenador con Constantin Galca, que jugó en el Espanyol y el Mallorca. Con Galca conseguimos el triplete. Después de tantos años como segundo entrenador, decidí coger las riendas y ser el primero de algún equipo. Con el UTA Arad de Rumanía (la primera experiencia de Rosu como primer entrenador) jugamos el ascenso de Segunda, pero no logramos subir. Lo intentamos hasta el final.
Con Juan Carlos Moreno hablo de vez en cuando
SN: ¿Rosu se sentará a dirigir próximamente a un equipo español?
LR: La idea es volver a España a entrenar. He tenido algunas ofertas de Segunda B y Tercera, pero no me han convencido. Pero si en algún momento me llama un equipo de Segunda B que tenga la idea de subir, como el Hércules, Burgos o ‘Recre’, me interesaría. De Segunda división, el único equipo que me puede fichar es el Numancia (se ríe). Allí me conocen. Iría sin problemas. Pero el Numancia va muy bien. ¡Qué sigan así!
SN: ¿Sigue la actualidad del actual Numancia?
Sigo la actualidad de todo el fútbol español. Me gusta el fútbol y he estado mucho tiempo en España. Sigo en contacto con ex compañeros, que son amigos. Por ejemplo, Uche (ahora en el Nàstic). Él sigue jugando. Con Juan Carlos Moreno, que ahora está con Machín en el Girona FC, hablo de vez en cuando. Me interesa ver a los equipos en los que guardo amistades.
Mañana, Soria Noticias ofrece la segunda parte de esta charla con Laurentiu Rosu. En ella, el jugador rumano analiza la elimantoria de Copa contra el Real Madrid, recuerda sus enfrentamientos ante el conjunto blanco y analiza las posibildades que tiene el Numancia para dar la campanada.