Tras el comienzo en el seguimiento de esta enfermedad en 2014, Valdeavellano de Tera y Yanguas son las zonas donde un mayor número de ejemplares se han contabilizado hasta la fecha.
La Junta continúa realizando un seguimiento activo, en la Reserva Regional de Caza de Urbión, de las poblaciones de cérvidos para detectar ejemplares afectados por la sarna, tanto muertos como vivos.
Cuando se detecta un ejemplar vivo con síntomas evidentes de la enfermedad se procede, siempre que es posible, a su abatimiento. De los ejemplares abatidos, así como de aquellos que se encuentran sin vida, se toman muestras de piel que se remiten al Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería para su análisis en laboratorio. Esta toma de muestras no se hace en aquellos restos encontrados en avanzado estado de descomposición. Para evitar la propagación de la enfermedad, los restos se entierran a cierta profundidad con cal viva.
Hasta la fecha, y una vez que se iniciaron estos seguimientos específicos en marzo de 2014, se han detectado 414 ejemplares con síntomas de la enfermedad, de los cuales 123 se corresponden con ejemplares hallados muertos y 291 con avistamientos de ejemplares vivos. De estos últimos, 158 fueron abatidos por celadores medioambientales.
Se han enterrado con cal viva 227 ejemplares y se han entregado para su análisis en laboratorio muestras de 187. Por cuarteles de caza de la Reserva, donde más casos se han detectado hasta el momento desde el inicio de este episodio es en el Cuartel IV (Valdeavellano de Tera), con 97, y en el Cuartel I (Yanguas), con 89 casos.
En lo que va de año, el número de notificaciones en el Servicio Territorial de Medio Ambiente ha disminuido. Aunque se estima que aún es importante la afección a la población de ciervo del norte de la provincia, fuentes de Medio Ambiente han señalado este viernes que parece que se van aminorando los efectos. A lo largo de 2017 se han detectado 42 ciervos con esta sintomatología (101 en 2016 a esta fecha), de los que 10 han sido hallados muertos y 32 vivos, de los que se han podido abatir 13 ejemplares.
El único cuartel donde los datos han aumentado respecto a la temporada anterior es el XV (San Pedro Manrique), aunque se vienen detectando casos por todo el territorio de la Reserva.