La caridad bien entendida...

Anda el todo Soria devanándose los sesos para inventar algunas políticas que puedan luchar contra la despoblación, o como se lleva ahora más, procurar el repoblamiento de nuestra desértica provincia.

Creo que nuestra provincia ya saltó por la ventana y aunque tarde unos años más o menos en caer, caerá. Pero como siempre me puedo equivocar (y en este caso lo deseo), pues me sumaré a la pléyade de pensantes que quieren descubrir la piedra filosofal que covierta los datos sorianos de población en gente (a ser posible joven y guapa).

Y como Melquíades, el gitano de 100 años de soledad no va a venir a vernos con un nuevo invento, pues hay que empezar a mirárnoslo nosotros mismos.

Podíamos empezar por empadronarnos donde realmente vivimos y dejar de hacer trampas con figurar en donde nacimos o tenemos nuestra casita. Necesitamos una dosis de realidad.

Podiamos seguir deshaciendo las políticas que nos han llevado hasta este punto. Por ejemplo, ¿sabían Uds que los pastos de nuestras dehesas boyales y montes donde toda la vida ha existido ganado no sirven para justificar pastos? ¿A quién se le ocurrió eso? Porque eso evita políticas de promoción de la ganadería extensiva en nuestra provincia, o sea lo que hemos hecho toda la vida.

Tal vez podríamos potenciar las ayudas PAC a los que de verdad van a invertir en la modernización del agro y no en pisos en la capital.

Y así, con muchas cosas. Que pena que esto sólo sea un primer capítulo de políticas tóxicas con nuestra provincia. ¿o no?