Un artículo de opinión de Carlos Lafuente.
Ya estamos en el año 2018 y nosotros instalados en esta maldición de vida circular y plana que es la vida social de nuestra provincia. Siempre he opinado que vivimos lo mismo una y otra vez, como en la peli ‘El día de la marmota’, donde todos los días eran el mismo día, las noticias siempre eran las mismas, y no recuerdo bien si incluso siempre se presentaba Posada a diputado y Angulo corría todas las carreras que llegaran al Senado. Pero quiero aclarar que este mensaje no es pesimista.
Es importante tomar todos conciencia de que estamos ahí anclados para poderlo cambiar. Algo así me decía un psicólogo amigo mío.
He de reconocer, por ejemplo, que no creía mucho en la actividad de algunos movimientos anti despoblación surgidos en Soria, pero empiezo a creer que sirven para que dejemos de mirarnos el ombligo y nos demos cuenta de nuestra miseria, eso sí, miseria llevada con orgullo y aderezada con canciones de la Segunda división. Que no es poco.
Todo esto me hace pensar en un mensaje de esperanza para los sorianos. Tal vez deberíamos dejar de lamentarnos y empezar a poner soluciones a esta situación desastrosa a la que NOS HEMOS LLEVADO NOSOTROS, y que nosotros mantenemos permitiéndolo deliberadamente, complacientemente y con una sonrisa en los labios.
Cambiemos esa actitud. Como lo hicieron nuestros antepasados que se creían lo que hacían por Soria. Rompamos ese momento en el que el caciquismo se instaló aquí. Ahora toca otra vez pelear por lo nuestro. Esta vez por Soria. ¿O no?. Feliz año a todos.