La constancia y la elegancia de las cisnes sorianas

Suena la música. Comienzan las coreografías. Cual cisne en un lago, los movimientos elegantes de las integrantes del Club Deportivo Gimnasia de Soria no tienen nada que envidiarle a la delicadez del ave. Día a día; paso a paso al compás de un estilo (cada uno, el suyo). Muchas sesiones de entrenamiento. De fondo, la constancia. Siempre, la constancia. Vaya por delante. Un deporte, la gimnasia, a la vanguardia de las practicas que requieren regularidad y sacrificio, “lo que más”. “Ser constante, sobre todo”. Esas son algunas de las recomendaciones desde el equipo técnico del club soriano. Un deporte “en auge”, según Virginia Hernández, una de las entrenadoras del club soriano, que llega a abarrotar gradas, como en la exhibición de Navidad, organizada por el club en el Polideportivo San Andrés.

Rítmica o aeróbica, por categorías en la entidad soriana, que tiene secciones de trabajo en El Burgo de Osma, Almazán o Covaleda. La entidad soriana se dota de unos 250 deportistas.Tocar el cielo más alto -con las piernas o yemas de los dedos-, la aspiración de todas y todos. Quieren ser como Sara Llana, Carolina Rodríguez o Vicente Lli. Aunque, “se les enseña a disfrutar entrenando desde pequeñitas. Se les enseña unos valores: compañerismo, solidaridad o trabajo en equipo. A saber ganar y perder”, detalla Vanesa García, míster del club.

Entrenadoras que le “echan muchas horas”, como los deportistas a los que dirigen. Un trabajo “pasional”, señalan dos entrenadoras. Junto a Hernández y García están Ángela Rubio, Beatriz Ciria, Luna Chamorro, Ana Jiménez, Cristina Martínez y Fátima Hernández. Su labor no reside exclusivamente en prepararlos físicamente y técnicamente. Con actividades vinculadas a la gimnasia, conciencian a los deportistas sobre la violencia de género o recaudan fondos para paliar la exclusión social. “Un sacrificio importantísimo”, narra Hernández. Una afirmación que funciona igual para las dos partes del juego: los que están en la cancha y las que están en los banquillos.

“La gimnasia engancha. Luego cuesta retirarse. Una niña, si supera la fase de 12 años y sigue compitiendo, ya no parará”, comentan ambas, poniendo por ejemplo casos universitarios. Una certeza, según Hernández y García.

Jugárselo todo en 1 minuto

“Entrenan muchas horas”, suspira Hernández. Las directoras de orquesta pretenden “educar en valores” a los niños y niñas bajo sus órdenes.

“Es un deporte muy divertido, pero en el que te lo juegas todo en un minuto y medio: en un baile”, compara Hernández. Hay días de “lágrimas”, prosigue García. No todo son risas.

La gimnasia no es como el fútbol, el baloncesto o el voleibol. Las comparaciones no tienen sentido entre la gimnasia y otros deportes de fin de semana: “Están todo un año entrenando para competir una vez o dos. Ellas enseñan lo que trabajan. Da rabia no poderlo mostrar cada fin de semana”, apunta Hernández. En siete años, el club ha logrado que unos “100” gimnastas salgan a competir. “Sube el nivel. Trabajando, se consiguen las cosas”, destaca García.

Cuatro chicos en un deporte que no es exclusivamente de chicas. En busca de la igualdad. “Tenemos a cuatro chicos, con un nivel bueno. La convivencia entre chicos y chicas es impresionante. Ellas te piden trabajar con ellos. El problema, a la hora de salir a la calle… Seguiremos luchando por la igualdad”, exclama Virginia Hernández, entrenadora, sobre el CD Gimnasia Soria.

Resumen y expectativas

“En rítmica hemos subido muchísimo. Volvimos súper contentas del Campeonato de Castilla y León. Encima, tenemos más participación de gimnastas. Respecto al Campeonato de España, seguimos como cada año: aumentando la participación. Más bailes; menos medallas. El objetivo es ir subiendo el nivel”, valora Hernández sobre 2017.

Respecto a la temporada 2018, “mantener los resultados de 2017 y si se puede, mejorarlos. Queremos aumentar los logros”, subraya García.