Propósitos de año nuevo

¿Has empezado a ponerte en marcha con tus propósitos de Año Nuevo? O cada día piensas: mañana sí que sí voy a empezar a cumplirlos! Y así día tras día...

Cuando se aproxima la fecha de Año Nuevo, como cada año, pensamos en los nuevos propósitos que queremos cumplir. Y aunque estemos convencidos de que lo vamos a conseguir, acabamos teniendo los mismos propósitos cada Navidad porque no acabamos de cumplirlos.

¿Y por qué? ¿Porqué al finalizar el año estamos tan convencidos y al empezarlo esa convicción se acaba desvaneciendo?

Influyen varios aspectos en el cumplimiento o no de nuestros propósitos:

-Los objetivos tienen que ser claros y concretos: cuántas veces hemos dicho “este año me voy a cuidar más”. Pero esto realmente no es un objetivo claro y concreto. ¿Qué es cuidarse más? Debemos definir qué buscamos exactamente y definir bien las conductas que queremos realizar.

-Realistas: cada año nos engañamos a nosotros mismos proponiendo objetivos como “este año voy a ir al gimnasio todos los días”. Siendo tan alto, es más difícil de cumplir. Debemos ajustarlo a nuestra situación.

-Individualizados: cada persona tenemos nuestros objetivos a seguir, pero caemos siempre en la trampa de proponernos los que podemos llamar ‘típicos’, como por ejemplo “cuando comience el año me pongo a dieta”.

Tenemos que plantearnos si realmente es un objetivo que nosotros queremos seguir o, simplemente, es un propósito que “hay que hacer”. Si buscamos propósitos que nosotros realmente queremos conseguir, la motivación será más alta, por lo que tendremos más posibilidades de éxito.

El abandono de un propósito no significa el abandono del objetivo. Para alcanzar la meta propuesta tenemos diferentes caminos para conseguirlos. Quizás no nos hemos propuesto el camino adecuado, pero podemos seguir luchando por conseguirlo.