Se trata de la mayor bajada de España dentro de ese periodo temporal, seguida de Ceuta y País Vasco (-3%), Castilla-La Mancha (-2%) y Galicia (-1%), las únicas en las que se redujeron los niveles.
Castilla y León redujo sus emisiones un 4% entre 2015 y 1990, la mayor bajada entre las Comunidades Autónomas, seguida de Ceuta y País Vasco (-3%), Castilla-La Mancha (-2%) y Galicia (-1%), las únicas en las que se redujeron los niveles.
Según el informe 'Radiografía de las emisiones de comunidades autónomas. Responsabilidad entre Comunidades Autónomas para conseguir la descarbonización de la economía. 1990-2015' del Observatorio de la Sostenibilidad (OS), un total de 14 comunidades ha aumentado sus emisiones en el periodo 1990-2015.
Extremadura es la que más ha crecido, con un 49% más en el periodo considerado, seguida de Murcia (48%), Canarias (46%) y la Comunidad Valenciana (43%).
Las Comunidades con mayores porcentajes de emisiones desde fuentes difusas son Madrid (95%), Extremadura (90%), La Rioja (86%) y Castilla-La Mancha (76%), debido en gran parte a la poca importancia de sus instalaciones energéticas a partir de fósiles y de industria pesada.
Las 17 Comunidades ha registrado descensos en sus emisiones fijas y difusas entre 2006-2015. En Cantabria han descendido en un -15% en las fijas y un -24% en las difusas, las primeras muy por debajo de la media nacional y las segundas con una disminución algo superior a la media (-24% y -21% respectivamente).
Las mayores disminuciones en fijas (datos para 2015) se han producido en La Rioja (-84%), Madrid (-75%) y Castilla-La Mancha (-52%). En emisiones difusas, entre 2006 y 2015, el descenso es liderado por Ceuta (-55%), la Comunidad Valenciana y Melilla (-31%), el País Vasco (-29%) y Canarias (-28%).