Ágreda se inunda de tradición y cultura para Carnaval

El Carnaval de Ágreda tiene su peculiaridad en diferenciarse al resto en cuanto a la presencia de tradiciones propias, como la del Tío Chinchilla el día de Jueves Lardero y los Pastores Zarrones el Viernes de Carnaval, sin duda una pervivencia del pasado ganadero de Ágreda.

Además, se podrán disfrutar de dos actividades culturales e infantiles extra al resto de actividades de Carnaval típicas:

Viernes, 9 de Febrero: Actuación infantil en El Fuerte.

Kike Sebastián de la Cía Kicirke. Kike Sebastian es un comediante que juega con el circo y la música, recorre plazas,calles y teatros, de pequeños pueblos y grandes ciudades. En Ágreda realizará un espectáculo para todos los públicos, que combina, la espontaneidad de la calle con el gesto cómico del payaso. ¡¡!UN DIVERTIDO JUEGO A TRAVÉS DEL CIRCO Y LA MÚSICA!! Malabares asombrosos con sombreros, números cómicos, musicales, equilibrios imposibles con sillas, maletas y copas.... Gracias a estos objetos, este carismátcio personaje, crea situaciones muy divertidas y entrañables donde el espectador participa desde el primer momento. ¡¡!UNA INGENIOSA COMEDIA VISUAL!

Sábado, 10 de Febrero: Teatro en El Fuerte. “La última reserva de los pieles rojas” a cargo del Grupo de Teatro Las Bernardas. 2€. Circuitos Escénicos de Castilla y León.

Sinopsis: Elena y Clara son dos ancianas que conviven en una residencia de ancianos. Las dos se sienten abandonadas por sus hijos y frustradas por no haber bebido la vida de otra forma diferente. Cada una se enfrenta a esa situación de una forma diferente. Han pasado a la reserva donde esperan el desahucio de lo que les queda de vida. Ellas juntas perfilan un panorama vital de tantas otras mujeres relegadas al olvido, aunque siguen luchando contra el conformismo y la sumisión. Se enfrentan a un destino en una tentativa última de ser y estar en este mundo, de no pasar a la reserva. Mujeres, esposas, madres, trabajadoras, amantes: donantes de vida, abandonadas de por vida. La sociedad y el deterioro físico hace que ambas se necesiten. Con un punto de vista irónico reconstruyen su propia identidad negándose a servir de carnaza a las alimañas que merodean en la reserva.