Carta del Obispo de Osma-Soria en apoyo a Manos Unidas.
Queridos diocesanos:
Hace casi sesenta años que un grupo de valerosas y decididas mujeres decidió plantar cara al hambre en el mundo. Aquella iniciativa, modesta y humilde, ha desembocado en Manos Unidas: una Organización No Gubernamental del Desarrollo, católica y de voluntarios, que trabaja por el progreso de los pueblos y los más empobrecidos de la tierra. Estas palabras que definen a Manos Unidas son algo más que palabras: son una realidad que se plasma, año tras año, en la campaña que pretende recaudar fondos para proyectos de desarrollo en América, Asia y África así como sensibilizarnos de la dignidad e igualdad fundamentales de cada persona, hombre y mujer. Y siempre desde los valores del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia.
Este año la campaña de Manos Unidas tiene como lema: “Comparte lo que importa”. Se plantean tres escenarios esenciales para compartir: 1) Iniciativas de acceso a los alimentos para el consumo humano y no para el beneficio económico; 2) Sistemas de producción medioambientales sostenibles; y 3) Propuestas contra la pérdida y el desperdicio de alimento. Las cifras del hambre impresionan (815 millones de personas padecen hambre en el mundo, un 11% más que el año anterior) y Manos Unidas nos recuerda que esto es una tragedia a la que no nos podemos acostumbrar. El sufrimiento de tantos hermanos golpea nuestras conciencias. No podemos permanecer impasibles ante tanto dolor sino que debe llevarnos a “compartir lo que importa”. Las personas que mueren de hambre nos interpelan sobre nuestro estilo de vida y nos comprometen a vivir de una forma más austera y solidaria, reduciendo el despilfarro de los alimentos hasta eliminarlo.
La Delegación de Manos Unidas en Soria cuenta con un magnífico grupo de personas voluntarias que se esfuerzan en llevar acabo las actividades de cada campaña en nuestra Diócesis e implicar a todos aquellos que quieran acabar con el hambre y la pobreza en el mundo. Aunque estas acciones se centran en este mes de febrero en torno al domingo de Manos Unidas (el 11 de febrero), la Delegación trabaja durante todo el año potenciando iniciativas (Operación Bocata, rezo del Santo Rosario por voluntarios de Manos Unidas en “Radio María”, Cena solidaria, Mercadillo, etc.) e intentando crear una concienciación, en la sociedad soriana, de la inalienable dignidad que tienen las personas por el hecho de ser personas.
Os invito a participar en esas actividades y a contribuir generosamente, como siempre lo hacéis, en los diversos actos de la campaña. Sé que las parroquias de la Diócesis son muy generosas en esta colecta, así como algunas instituciones y colectivos provinciales y locales que colaboran en la financiación de algunos proyectos. Este año la Delegación de Manos Unidas nos propone los siguientes: en India-Kattingia para la mejora de las instalaciones de internado femenino rural; en Mauritania para el apoyo al desarrollo intelectual de jóvenes vulnerables; en Burkina Faso para el equipamiento de un centro de formación profesional femenino y para la ampliación de un albergue femenino; y en Mozambique para el refuerzo de la capacitación profesional de jóvenes. Como veis Manos Unidas pone rostro concreto a la necesidad, de ahí que tengamos que ser generosos para “compartir lo que importa”: la fe, el amor y nuestra ayuda económica.
Respondamos con generosidad a la llamada que nos hace Manos Unidas a “compartir lo que importa”: poner en común nuestra vida, nuestros bienes y nuestro compromiso por un mundo mejor, donde cada persona pueda vivir con dignidad. No lo olvidemos: “buscad sobre todo el Reino de Dios y su justicia” (Mt 6, 33).
Con mi afecto y bendición.
Abilio Martínez Varea
Obispo de Osma-Soria