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El Río Duero se despide, cayendo de pie, de su Copa del Rey

El Río Duero se despide, cayendo de pie, de su Copa del Rey

Actualizado 24/02/2018 01:37
Bernat Díez

Los sorianos, imitando al FC Barcelona, igualaron un 0-2 (2-2) en contra en el segundo compromiso de los cuartos de final en el Pabellón Los Pajaritos. El 2-3 final, favorable a un Ushuaïa Ibiza que se clasifica para las 'semis', no borra la alegría y los cánticos de la grada soriana, que sujetó a los celestes.

Despertar, rugir y resucitar. Encadenado. Aunque el Río Duero imitase lo que había hecho el FC Barcelona en la primera contienda de los cuartos de final de la Copa del Rey, igualando un 2-0 en contra en la cuarta manga (2-2), acabó cayendo, de pie, ante un Ushuaïa Ibiza que fulminó a los celestes en el último set (10-15). Espectáculo en mayúsculas el que regalaron ambos equipos (2-3) al Pabellón Los Pajaritos. El Río Duero, ante los suyos, se despide de forma prematura del torneo que ha levantado en la capital soriana; el Ushuaïa Ibiza jugará las ‘semis’ de la Copa contra el CV Teruel mañana (20:00 horas).

Ruido, mucho ruido. La grada soriana se hacía escuchar desde el principio, desde el calentamiento celeste, en su casa, en el Pabellón Los Pajaritos. Retumbaba el ‘Vino griego’ y la afición soriana desplegaba sus aplaudidores para no callara durante toda la segunda contienda de los cuartos de final entre el Río Duero y el Ushuaïa Ibiza. Al Río Duero le tocaba responder en medio de la fiesta, entre el “¡A por ellios!” y más Sanjuaneras, como la de ‘A la Compra’.

En una caldera propia, el equipo tutelado por Manuel Sevillano, entrenador-jugador, tuvo que frenar su ímpetu inicial porque el Ushuaïa Ibiza comenzó abofeteando con un 0-2 a las primeras de cambio. Dos mangas con resultados clavados (20-25) y (20-25) invitaban a una reflexión. Solo Gerard Osorio, quien maquillaba los resultados adversos con auténticos, y escasos, ‘puntazos’, sacudía mínimamente a un bloque ibicenco muy superior en las dos primeras mangas. El nerviosismo de jugar en Soria les estaba jugando una mala pasada a los hombres de Sevillano. El Ushuaïa Ibiza se mostraba muy serio, demasiado, sobre la pista.

El punto de inflexión

Una y otra vez, el Río Duero lograba ponerse por delante en el marcador durante el despegue de la tercera manga. Los sorianos no querían que fuese la última. El “sí se puede” de una grada plagada de sorianos empujaba al equipo local. Sevillano aparecía para clavar puntos que insuflaban vida. La réplica del Ibiza llegaba en un punto psicológico, el del 9-10. Para más inri, Marcelo de Stefano solicitaba tiempo técnico. El míster visitante buscaba desestabilizar al Río Duero. Lejos de agonizar, los celestes le daban la vuelta (11-10) en la reanudación. La rabia de Manu Salvador, golpeándose el pecho, cuando transformaba en puntos auténticos latigazos, contagiaba a la grada, que no pedía mucho para venirse arriba (15-15). De Stefano tenía que pedir otro tiempo muerto, el segundo y último, a la que vio cómo al Río Duero se le ponía de cara la tercera manga (19-17). Entrega, lucha y sacrificio no le faltaba a la escuadra celeste. Sevillano, que falló, directo a la red, un libre directo, igualaba la tercera manga (20-20) en su contra.

El jaleo era cada vez mayor. Seguía escudándose el Río Duero en su grada, vestida de amarillo y azul. Ésta le iluminaba. No se podía fallar esta vez. No era el momento de apagar las luces. Sevillano pedía un tiempo muerto con el 23-21 favorable al bloque soriano. Punto de set (24-22) que solventaba con un semi fallo defensivo del Ushuaïa Ibiza. El Río Duero no estaba muerto; no había dicho su última palabra. Su 25-22 final le enseñaba el camino hacia la cuarta manga.

“¡Este partido lo vamos a ganar!”, seguía entonando el público, el motor de los celestes. Al Río Duero le hacía falta más cabeza, fría, a poder ser, que corazón, lo que siempre le sobra. Un ‘free’ obligado de Salvador situaba un 4-4 en los primeros instantes del cuarto set. Errores no forzados de los ibicencos desmarcaban (8-6), a continuación, a los celestes en el luminoso. Elvis, por ejemplo, erraba al mandar un libre directo a la red. De tres, 9-6, y Sevillano exigía su primer tiempo técnico de la cuarta manga. La cosa iba de marrar libres directos: Putini e Igor Silva se ponían de acuerdo y fallaban juntos (11-7). Primero el celeste y, luego, el ibicenco. Sevillano, a lo suyo, colocaba el 12-8 con un lanzamiento lleno de rabia. Y Sevillano, de nuevo, ponía el esférico justo en la línea (14-8) para justo después pedir su segundo tiempo técnico. Volaba con prestigio y contundencia el Río Duero (25-27) hasta el quinto set. Remontada, en marcha.

Sin culminación

2-2 o 4-4. La igualdad, nota predominante en los primeros suspiros del quinto set. El Río Duero y el Ushuaïa Ibiza intercambiaban los campos con un 6-8 desfavorable al equipo de Soria. El técnico de los ibicencos forzaba un tiempo técnico con un ya claro 9-13 en el luminoso. El Ushuaïa Ibiza cavaba la tumba del Río Duero con el definitivo (10-15). Los sorianos se despiden, llenos de honor, de su Copa del Rey. Seguirán ahora la fiesta desde la grada.

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