Miriam Carramiñana, cantante soriana, se sienta en el Rincón de Soria Noticias.
Pregunta: ¿Qué es lo último que hace antes de acostarse?
Respuesta: Yoga Nidra. Me sirve para relajarme al final del día. Es una clase guiada de unos 30 minutos y hay veces que hasta me quedo dormida.
P: Cuando tiene una tarde libre, ¿a qué le gusta dedicarla?
R: Voy a parecer muy vaga (bromea) pero lo que más me gusta es echarme una buena siesta (de una hora larga), merendar y después irme de vinos con los amigos.
P: ¿Libro o película?
R: Película, sin duda. Quizás por pereza me cuesta engancharme a los libros, en cambio, me gustan mucho los documentales históricos.
P: Recomiéndeme una película
R: ‘Amanece que no es poco’ es mi favorita. Si veo una película tiene que ser para reírme y con esta me parto, me encanta.
P: ¿Qué música pone cuando se ducha?
R: No pongo música, canto yo (ríe). Es prácticamente el único momento en el que canto en casa y así aprovecho y ensayo. Una vez me pararon unos vecinos, creía que me iban a echar la bronca, pero me dijeron que cuando yo canto ellos bajan la tele para escucharme.
P: ¿Cuál es su palabra favorita?
R: Coherencia. Es por lo que vivo.
P: Animales. ¿Le gustan?, ¿Cuál es su favorito?
R: Me gustan los pequeñitos aunque no estoy segura de que los pudiese cuidar. Mi favorito es el koala, me parece adorable.
P: Si pudiera viajar en el tiempo, iría al pasado o al futuro.
R: Al pasado. Me gustaría trasladarme a América Latina durante el comienzo del siglo. Entonces la música era música de verdad. Me perdería con Gardel y sus boleros.
P: ¿Cómo era de pequeña?
R: Malísima. Siempre he tenido cara de buena pero de pequeña era terrible. No estudiaba y me encantaba hacer la puñeta, me parecía genial. Con 4 o 5 años hice tumbarse a todos mis compañeros y pasé por encima de ellos pisándoles la cabeza. Espero que no se acuerden pero, por si acaso, pido perdón a los chicos del Infantes de Lara del 84.
P: ¿Era muy fiestera?
R: Y lo sigo siendo. No he pasado esa época. Me lío. Sales a tomar el vermut, llega la hora de cenar y sigues de vermut. Aquí es muy fácil.
P: ¿Quién ha influido más en su forma de ser?
R: ¿Debería decir que mis padres? Yo creo que me he influido yo sola, no me parezco a nadie de los que tengo cerca. Ni mi personalidad ni mi estilo de vida son heredados.
P: ¿Cuál fue la mayor lección que le enseñaron sus padres?
R: ¿A ser honrada? Eso es bonito.
P: ¿Y qué no le enseñó nadie y tuvo que aprenderlo a base de palos?
R: Lo que explicaba de la coherencia. Cuando estás débil e insegura siempre aparece alguien para intentar apartarte de tu camino. Te das cuenta de que tienes que luchar contra ello porque la inseguridad te lleva a lugares donde no debes estar.
P: Dígame algo que no soporta.
R: El tabaco y las aceitunas. No tienen nada que ver pero con las segundas tengo manía persecutoria. Hay veces que van unidas a los vinos pero aparto el plato con el vaso y las alejo lo más posible.
P: ¿En qué lugar de la provincia le gustaría perderse?
R: Me encanta la carretera cortada que va desde mi pueblo (Molinos de Duero) hasta el pantano. El paraíso.
P: ¿Cuál es el mayor éxito de su vida?
R: Estar donde estoy. Cada día que pasa consigo estar más donde quiero.
P: ¿Y su mayor fracaso? Algo que pueda reconocer.
R: Quizás lo sea el proyecto que comencé en Méjico DF. Mi intención era alargarlo más pero tuve que volver a España. La verdad es más una cuenta pendiente, algún día lo haré.
P: Dígame un lugar del mundo que le haya impresionado.
R: Méjico y si hay que especificar señalo dos pueblos en la península del Yucatán. Se llaman Izamal y Valladolid y son magia pura. Tranquilos y donde pasear sóla es posible.
P: Y algún viaje que tenga pendiente...
R: Me repito. Me gustaría conocer Méjico mucho más. También tengo pendiente visitar el salar de Uyuni en Bolivia. He prometido a una amiga fotógrafa que iríamos hasta allí para que ella haga fotos y yo pose.