La provincia se vuelca en la devoción a San Isidro

Decenas de localidades de la provincia salían este martes en procesión con la imagen de San Isidro para celebrar la festividad del patrón de los labradores. Una jornada que sirve para pedir al santo labrador protección para las cosechas, en una provincia donde el cereal es el cultivo generalizado.

Mientras en Ágreda la imagen del santo va precedida en la procesión por las tallas San Antón (patrón de los animales) y de Santa Bárbara (relacionada con las tormentas), que son llevadas en andas a campos cercanos a la iglesia parroquial, en Quintanilla de Tres Barrios, los pequeños también tienen su protagonismo, al igual que en El Burgo.

Es en en la localidad de la ribera sanestebeña donde la procesión, tras la misa en honor del santo, está encabezada por el pendón, el estandarte y la cruz parroquiales, y llega hasta el paraje paraje de La Cruz de la Veleta. Durante el trayecto no faltaron las invocaciones y los cánticos al santo de la jornada, también presente con una talla. Aquí se procedió a bendecir los cuatro puntos cardinales para pedir con fe y devoción protección para las cosechas. Hisopo e incienso en mano, el párroco fue loando al patrón de los agricultores su ayuda para preservar las cosechas entre súplicas y rezos de los asistentes.

Ya en el pueblo tendría lugar la siembra de caramelos para los jóvenes, rememorando la costumbre ancestral en la que el Jefe de la Hermandad de Labradores iba tirando confites y dulces por las calles.

Como colofón del evento tuvo lugar una cena entre los asistentes que participaron en la procesión y quisieron degustar la siempre apetitosa parrillada.

El Burgo

Mientras, en el Burgo de Osma, los actos están organizados por la Junta Agropecuaria Local, presidida por Mariano López Llorente, y cuentan con la con presencia del Ayuntamiento, y mandos de la Guardia Civil.

El acto más concurrido de la jornada festiva, con gran tradición, seguimiento y aceptación en El Burgo de Osma, ha sido la peculiar ‘siembra de caramelos’ que se ha realizado en todo el recorrido de la procesión, que ha salido de la iglesia del santuario del Carmen, tras la misa oficiada por el párroco burgense, Alberto de Miguel, quien en su homilía ha subrayado la personalidad del santo y su proceso de canonización, así como la actualidad de su testimonio, haciendo votos porque la siembra de caramelos por las calles de la localidad sirvan para dar fruto en forma de buenas obras. La mayor concentración de niños para coger los caramelos “a repelea” se ha producido en la plaza de Santo Domingo (vulgo del Rastro), una vez que la imagen del santo fue recogida en la ermita de San Antón, previa bendición de los campos que también realizó el prelado. En San Isidro de este año se han “sembrado y cosechado” 90 kilogramos de caramelos.

Tanto el alcalde, como el presidente de la Junta Agropecuaria Local, han destacado la emotividad de esta tradicional celebración, mantenida desde tiempo inmemorial y adaptada a las necesidades y condicionamientos actuales. Ambos coincidieron en evocar los tiempos en los que en la procesión desfilaban dos mulas enjaezadas que portaban un cuadro con la efigie de San Isidro, con lustrosos ramos de lilas colocados en los diversos atalajes y que hacían el recorrido procesional engalanadas con albardillas y banderolas con los colores de la enseña nacional, arrastrando un arado romano.