La sonrisa de una persona es su carta de presentación en un primer encuentro con los demás. Una buena sonrisa, y bien cuidada, causa una gran impresión cuando se acaba de conocer a alguien. Por ello, se trata de un aspecto del físico que influye directamente en la autoestima de las personas.
En efecto, cuando ocurren problemas dentales graves, el principal inconveniente es siempre a nivel de salud, pero este se extiende al plano físico y personal. Por suerte, hoy día existen técnicas que pueden devolver a un individuo la mejor de sus sonrisas a la mayor brevedad.
Todo el mundo sabe que la naturaleza es sabia. Así lo demuestra una vez más cuando se pierde un diente, reabsorbiendo tanto el hueso como la encía que lo rodea. Es así que el maxilar pierde un 50% de su anchura, y de 2 a 3 milímetros de altura durante los seis primeros meses.
Se trata de un proceso denominado atrofia alveolar, que puede causar problemas de cara a la colocación de un implante dental. Es más, puede llegar a hacer que sea imposible reponer el diente perdido satisfactoriamente, tanto en el plano estético como en el funcional.
El primer objetivo de todo buen odontólogo es mantener la dentición de sus pacientes sana durante el máximo tiempo posible, si bien también debe diagnosticar a tiempo las lesiones irrecuperables que pueda sufrir un diente. De este modo podrá realizar una extracción temprana, tomando medidas para prevenir, o bien minimizar, la atrofia alveolar.
La más importante y menos invasiva de estas medidas, así como la que tiene mejores resultados estéticos, es el implante inmediato postextracción. En España existen grandes expertos que pueden realizar esta técnica, como el Doctor Antonio Javier García Pellicer. Su recorrido académico le ha permitido ser todo un profesional de la odontología, tal como corroboran las opiniones en Doctoralia de personas que conocen sus servicios.
Pues bien, existen diversas formas de realizar un implante inmediato, ya que esta técnica se aplica desde la década de los setenta. Desde entonces y hasta ahora se han desarrollado numerosas variantes. No obstante, la más completa de todas ellas, y que se va imponiendo poco a poco, implica una serie de aspectos.
Uno de ellos es un diagnóstico bastante preciso, a fin de determinar si hay hueso suficiente como para colocar y estabilizar el implante en una posición correcta a nivel protésico. Otro sería que la extracción dental fuera atraumática, es decir, que se realice de manera que no se lesione ni desplace la encía y el hueso que rodeaba al diente. Esos tejidos van a ser el lecho del futuro implante.
Es fundamental también que la colocación del implante se haga sin incisiones, sin abrir la encía y sin necesidad de poner puntos. El implante se coloca mediante el orificio que se crea cuando se hace la extracción dental, llamado alveolo.
Igualmente importante es el relleno del alveolo residual. De hecho, se trata del paso más importante para minimizar la atrofia. Finalmente, es vital la reposición inmediata del diente extraído, a través de un diente provisional atornillado al implante.