Uno de los problemas que se plantean a la hora de contratar un abogado es por cuánto nos va a salir la resolución completa.
Es, de hecho, el mayor impedimento actualmente a la hora de resolver los problemas y que, poco a poco, están potenciando otras formas alternativas como la mediación -que no requiere de abogados ni de acudir a un juicio pero que, si lo aceptan las partes, su resolución puede ser de coste reducido y adecuada a ciertas situaciones-. Aun así hay situaciones que requieren de la intervención de abogados, y es ahí cuando debemos saber cuánto nos pueden cobrar y por qué.
Lo más conveniente es que los precios se encuentren pactados antes de iniciar el servicio. Esto no significa que sepamos exactamente lo que vamos a tener que pagar, ya que es posible que todavía no se pueda saber todas las acciones que va a conllevar el proceso, pero sí qué cuesta cada una de ellas.
Como clientes, en estos casos lo que debemos hacer es tener claras las acciones que se van a realizar, cuándo se van a hacer y que, en caso de que el abogado tenga que ampliarlas, nos avise con anterioridad. Si vemos que un despacho no es capaz de orientarnos en este aspecto, o si su presupuesto y explicaciones no son lo suficientemente transparentes, tendremos que valorar antes de contratarle si merece la pena acudir a otro profesional.
Como este es un tema que preocupa mucho a los consumidores, muchas asociaciones y uniones de abogados, como la creada por los despachos de Alicante -pero que tiene su reflejo también en otras zonas de España-, están incluyendo la transparencia y principios como la política de precios no abusivos en sus requisitos para pertenecer a las mismas. Estos movimientos ayudan a que la confianza en los abogados que los siguen aumente.
Si no se ha pactado el precio con anterioridad a la contratación
En caso de que no se haya pactado el precio con anterioridad pueden darse dos situaciones:
Como clientes lo que debemos hacer siempre es tener claro antes de contratar a un despacho de abogados cuánto nos van a cobrar o, en caso de que no se sepa con certeza qué acciones se van a realizar, en base a qué baremo se van a valorar. Y, si queremos limitar nuestro presupuesto, será recomendable solicitar a nuestro representante legal que nos avise antes de realizar acciones que no estaban contempladas en el presupuesto inicial.