Las abundantes precipitaciones dañaban la estructura de la balconada con el consiguiente peligro de caída de vidrios a la calzada.
No poca expectación causaba pasada la una de la tarde la intervención de los bomberos en el Collado, precisamente en el punto que conecta la céntrica calle con la plaza popularmente conocida como ‘La Tarta’.
La cristalera de madera de uno de los inmuebles, tras las últimas lluvias, se veía dañada en su estructura, ya que los marcos se han ido dilatando, con el consiguiente riesgo de caída a la vía pública de los cristales.
Ante esta situación, agentes de la Policía Local acordonaban el ‘estrecho’ del Collado para que una escala llevase a los bomberos a acceder al lugar y llevar a cabo las labores de afianzamiento necesarias.
Mientras, los técnicos municipales evalúan las posibilidades ante el estado de solidez de la estructura, que recorre verticalmente toda la fachada de un edificio que habitualmente está deshabitado.