Alumnos de Primaria visitan el Pico Frentes para descubrir la Formación Profesional

Para ello cada uno de los dos grupos que visitaban el centro cada día, subían a dos barcos “piratas”: el de Jack Sparrow y el de Barba Azul, con la misión de surcar los mares del Pico Frentes y atracar en cada una de sus cinco islas: Isla Electricidad, Isla Energía renovables, Isla Madera, Isla Mantenimiento e Isla Automoción. Los pequeños grumetes fueron siguiendo unas pistas de una Gincana Pirata, que les llevaba a desenterrar diferentes cofres del tesoro, escondidos entre la “vegetación” propia de cada isla, cada una con su tipo de máquinas, equipos de trabajo y útiles propios de los talleres y aulas de las cinco familias profesionales del centro.

En cada cofre descubrieron herramientas y materiales específicos de alguno de los oficios que los alumnos del Pico Frentes acaban desempeñando, y con la ayuda de los profes/piratas acompañantes repasaron qué tareas realizan los profesionales que usan los “tesoros-herramientas” descubiertos.

Igualmente aprovecharon para ser por un día instaladores eléctricos y automáticos, carpinteros, diseñadores de muebles, mantenedores industriales, mecánicos de vehículos, técnicos de radio-televisión y muchos otros. Entre otras actividades, manipularon piezas con un robot, pusieron en funcionamiento un sistema neumático que movía los remos de un barco pirata, protagonizaron un programa de radio, simularon el pintado de un vehículo (pero con agua claro) y aceleraron un coche en un simulador.

No faltó tampoco la observación de “especies raras”, aunque cada vez más habituales: Las impresoras 3D, algunas construidas por los alumnos, que dada la ambientación de la visita, fabricaban un pequeño barco pirata ante sus ojos. Gracias a esta minuciosa observación y la atención que todos prestaron, pudieron llegar a la conclusión de que en muchas de las “islas” los procedimientos de trabajo para producir algo se parecen, porque tal y como les explicaron, primero hay que estudiar mucho acerca de componentes, materiales, circuitos, elementos de una máquina….etc para luego dibujar la pieza a construir, elaborar posteriormente una maqueta o prototipo y luego por fin fabricarla con la ayuda de potentes máquinas o de herramientas manuales. A veces el proceso no acaba ahí, la creatividad puede desencadenar nuevas aplicaciones. Descubrieron también que en muchas de las islas además se dedicaban a detectar problemas en las máquinas, en los coches, en los aerogeneradores..etc para luego repararlos.

Les quedó claro que en los mares de la Formación Profesional da tiempo a todo, a estudiar teoría, que es fundamental, para luego pasar a los talleres y poner en práctica lo aprendido. Se aprende de otra manera, las aulas se transforman en laboratorios y talleres, “se aprende haciendo”. Descubrieron que luego los alumnos de las islas visitadas, hacían más horas de prácticas incorporándose durante casi 3 meses a una empresa de verdad. “¡Molaaa!” comentaban algunos.

Muchos descubrimientos y emociones que culminaron con la entrega de una medalla con un doblón pirata, pero no de oro sino de madera de la zona de Pinares, uno de los grandes tesoros de la isla pirata de Soria.